Conviértete, tú también, en un guardián de los ecosistemas
Por Lucy Calderón
Si tienes actitud, pasión e inclinación por la naturaleza -y crucial-, respeto por todos los seres vivos que te rodean, tú también puedes ser un guardián de los ecosistemas.
Según explica el maestro en ciencias, Alejandro López Tamayo, director general de la asociación civil sin fines de lucro Centinelas del Agua (CDA), la cual está enfocada en preservar y proteger el acuífero de la Península de Yucatán, México, “las actividades vivenciales fomentan el arraigo cultural y la conexión de una persona con su entorno, lo cual incide en su interés por la protección de los recursos naturales a su alrededor”.
Por eso, el involucramiento de niñas, niños y adolescentes en talleres de educación ambiental, así como en visitas de campo a los ecosistemas de la comunidad donde viven, fueron algunas de las prácticas educativas que CDA implementó durante el proyecto: Diagnóstico de la Calidad del Agua en la laguna Yalahu, en el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Yum Balam.
Alejandro comenta que dicho proyecto fue concebido en tres fases y para el desarrollo de la primera -que a su vez incluye tres componentes-, CDA recibió el apoyo del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés), a través de la décimo primera convocatoria de su Programa de Pequeñas Donaciones.
Con el impulso de MAR FUND, la primera fase se efectuó durante 2019-2020 en la región del Arrecife Mesoamericano, principalmente en Chiquilá, Solferino y Holbox, tres comunidades del municipio Lázaro Cárdenas.
De izq. a derecha: Viridiana Nava, Mayra Izquierdo, Alejandro López, Itzel Castillo y Nancy Maffiodo, integrantes de Centinelas del Agua. Foto: CDA
Primer componente: monitoreo de la calidad del agua
La laguna de Yalahau en la APFF Yum Balam requiere atención para eliminar las descargas de aguas residuales que recibe. Foto: CDA
Un grupo de habitantes de la comunidad de Holbox se acercó en 2018 a CDA para solicitar la realización de un monitoreo de la calidad del agua de la laguna Yalahau, porque según explicó, en algunos puntos de esta han notado cambios de coloración, así como la disminución de especies de peces de interés comercial. Esta situación fue la que motivó a CDA a participar en la convocatoria de MAR Fund presentando el proyecto en su primera fase.
Viridiana Nava, maestra en ciencias y coordinadora de investigación científica y conservación de CDA, cuenta que después de la solicitud recibida, iniciaron las visitas a la laguna para identificar los puntos prioritarios a atender y/o conservar, ya sea por tener mayor cantidad de contaminantes o ser las áreas donde se están descargando aguas residuales. Identificaron 30 puntos de monitoreo y en cada uno analizaron 15 parámetros de calidad de agua (entre físico-químicos y biológicos), en dos temporadas diferentes: la de Nortes (caracterizada por fuertes vientos) y la de lluvias (época con mayor precipitación).
Análisis in-situ y colecta de muestras de agua en la laguna Yalahau en el APFF Yum Balam. Foto: CDA
Alejandro añade que realizar el monitoreo en las épocas indicadas es trascendental para conocer la variación temporal de elementos químicos o bacteriológicos presentes en el agua, porque la dirección del viento y la precipitación en cada una de ellas influye en el comportamiento de algunos contaminantes y en la dinámica de la laguna.
Durante las lluvias, se producen cambios en la temperatura del ambiente y también fluctúa la dirección del viento y por ende las condiciones en la laguna. Las precipitaciones pluviales arrastran todos los contaminantes desde el continente hacia la zona costera, mientras que, en época de secas, estos no se diluyen, sino que permanecen concentrados en la laguna. Cuando hay huracanes, estos revuelven todo en el agua, agrega Alejandro.
Los integrantes de CDA hicieron el trabajo de monitoreo con apoyo del personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Esta institución les facilitó una embarcación y al respectivo capitán, para que pudieran navegar la laguna. Como los datos obtenidos son de dominio público, la CONANP puede usarlos para incluirlos como acciones del programa de manejo del APFF Yum Balam.
Para el análisis de las muestras colectadas, CDA subcontrató a un laboratorio. Una vez obtenidos los resultados, Viridiana e Itzel se encargaron de su interpretación y de la realización de los mapas de distribución superficial, de acuerdo con la normatividad aplicable en México.
Viridiana indica que los puntos de la laguna con mayor cantidad de contaminantes químicos y bacteriológicos (encontraron coliformes) son aquellos con descarga de aguas subterráneas. Además, debido a que el suelo de la Península de Yucatán es kárstico (como si se tratara de una esponja, con múltiples poros), todo lo que corre sobre la superficie se infiltra y contamina el acuífero (principal fuente de agua). Luego, este líquido contaminado llega hasta la laguna.
Otro de los principales hallazgos, producto del trabajo de campo, fue la detección de focos de contaminación por la nula o inadecuada gestión de los desechos líquidos y sólidos en las comunidades citadas. Sumado al problema de falta de tratamiento de aguas residuales, muchas personas tiran su basura en botaderos a cielo abierto o a un costado de las carreteras. Otras, la queman.
Los resultados de este monitoreo de la calidad del agua, los presentó CDA al público en general, a través de tres seminarios virtuales, uno de ellos, el día previo a la visita de María Luisa Albores González, Secretaria de Ambiente y Recursos Naturales, a Holbox. Según relata Alejandro, durante la actividad, los líderes de la comunidad de Holbox le expresaron su preocupación por la contaminación de la laguna y le solicitaron apoyo para, por ejemplo, gestionar el tratamiento de aguas residuales en la zona.
Segundo componente: educación ambiental
En Holbox, durante una de las visitas a los ecosistemas de su comunidad, los estudiantes de Holbox se desplazaron en bicicleta. Foto: CDA
La ingeniera Itzel Castillo, a cargo del programa de hidrología y calidad del agua en CDA, fue quien impartió los talleres de educación ambiental y los recorridos vivenciales (nueve talleres y recorridos presenciales y uno virtual) para motivar a niñas, niños y adolescentes de seis escuelas de las tres comunidades antes mencionadas a ser guardianes de la naturaleza.
Itzel relata que las capacitaciones incluyeron a los profesores de los centros educativos. Ellos apoyaron en presentar a los estudiantes las encuestas de acercamiento y percepción del agua, previamente proporcionadas por CDA, para determinar su nivel de conocimiento e interés en la temática ecológica. Gracias a estas encuestas, CDA asentó el contenido de las actividades con los jóvenes, en las cuales participaron también algunos docentes.
Durante tres meses, Itzel ofreció en cada escuela, charlas sobre el acuífero (formación geológica almacenadora de agua), su relación con los ecosistemas circundantes y cómo hacer para preservarlos limpios y saludables.
Para los recorridos vivenciales CDA se alió con otras instituciones que la ayudaron a cumplir el cometido. Por ejemplo, para el recorrido al sitio designado en Holbox, un operador turístico les prestó bicicletas a todos los participantes. En Chiquilá, un grupo de aviturismo les consiguió camionetas para transportarse y les prestó binoculares y guías de observación de aves. En Solferino, un grupo comunitario que siembra árboles de Yaca (Artocarpus heterophyllus, planta familia de las moráceas, cuyo fruto tiene sabor parecido al mango), les permitió conocer peculiaridades del cultivo.
Durante las giras de campo, los participantes son motivados a usar sus cinco sentidos para hacer más vívido el aprendizaje. Foto: CDA
De acuerdo con Itzel, los jóvenes de distintas edades se emocionan cuando tienen contacto directo con la naturaleza y al hacer participativa su experiencia, el aprendizaje es mejor, mucho más significativo.
“Acompañé a Itzel a uno de esos recorridos y puedo confirmar que los hace súper participativos. Cuando les explicaba las características del suelo kárstico que tenemos en la Península de Yucatán, los hacía tomar un puño de tierra; si les hablaba de las rocas y cómo se filtra el agua en ellas, también los hacía recoger una y observarla. Hasta lupas llevaban. Fue tal la vivencia, que de los propios estudiantes surgió la iniciativa de recolectar la basura que observaron durante el trayecto final de la caminata”, relata Viridiana.
Alejandro añade que, en sus 10 años de existencia, CDA ha contribuido a la formación ambiental de unos 23 mil estudiantes. Y la forma en que miden o validan el conocimiento adquirido por los participantes es a través de encuestas antes y después de la actividad educativa.
Participantes del recorrido por los ecosistemas de Solferino y Chiquilá. Foto: CDA
Un habitante de Chiquilá responde una encuesta sobre percepción del agua. Foto: CDA
Las actividades de educación y socialización fueron parte del segundo componente del proyecto. Y uno de los productos derivados de este, gracias al apoyo recibido de MAR Fund, fue la creación del Manual de educación para la sustentabilidad de la Península de Yucatán, el cual describe los ecosistemas del lugar. Este documento se le estará entregando a los maestros de las escuelas que participaron en el proyecto. Adicionalmente, se produjeron infografías sobre el área protegida, para compartir información clave del APFF Yum Balam a un público más amplio.
Alejandro indica que, apoyándose con el contenido del citado manual, y como parte de una segunda fase de este proyecto (apoyada por MAR Fund en su décimo tercera convocatoria y actualmente en su fase inicial de planeación), impulsarán aún más la generación de guardianes de la naturaleza educando a los niños, niñas y adolescentes sobre la gestión apropiada del agua y de residuos sólidos.
Infografía sobre beneficios ambientales del acuífero en la Península de Yucatán. Foto: CDA
Manual de educación para la sustentabilidad de la Península de Yucatán. Foto: Centinelas del Agua A.C.
Infografía sobre los servicios ecosistémicos de los pastos marinos en el APFF Yum Balam. Foto: Centinelas del Agua A.C.
Tercer componente: gobernanza hídrica
La laguna Yalahau tiene una superficie total de 312 km2. Foto: CDA
Promover mecanismos de participación social para la toma de decisiones en torno al agua y su saneamiento en las tres comunidades involucradas en el proyecto fue el objetivo principal de la gobernanza hídrica que se impulsó.
Alejandro explica que los sectores que participaron en este componente fueron representantes de la Asociación de Hoteles de Holbox y del Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas. Se trabajó con ellos la elaboración de un convenio de colaboración para mejorar la sustentabilidad en el municipio y las tres comunidades. También se logró que la Dirección de Ecología del Ayuntamiento aprobara el establecimiento de un Comité de Cuenca, ya que, por ley, es a través de este que participan todos los sectores de la sociedad (academia, comunidades, organismos no gubernamentales, entre otros) en la gestión del agua.
De acuerdo con datos de CDA, solo algunas zonas de Chiquilá y Holbox cuentan con alcantarillado para descarga de aguas residuales, pero en Solferino únicamente tienen pozos ciegos.
Por tal motivo, en la segunda fase de este proyecto, CDA se enfocará en fomentar la gestión apropiada de residuos sólidos y líquidos; y gracias a fondos otorgados por otro donante, realizará la instalación de biodigestores.
Mientras tanto, con ayuda de los personajes Centi y Nela, CDA seguirá inculcando el mensaje de amor y conservación de la naturaleza, para que haya más guardianes de los ecosistemas, e impulsando en México, Belice,Guatemala y Honduras la iniciativa Agua, Nuestro Derecho.