Impulsan identificación, estudio y protección de sitios de agregaciones de peces en Honduras
Meros tigres demostrando comportamiento de reproducción, en uno de los sitios de monitoreo localizado en Roatán, Honduras.
Foto: Patric Lengacher
Por Lucy Calderón
Las agregaciones reproductivas de peces (ARP) ocurren cuando peces arrecifales se reúnen en un determinado espacio y hora para realizar una especie de danza nupcial en la que liberan sus gametos para reproducirse.
Por lo general, estas agregaciones ocurren en noches de luna llena y se extienden por cinco a siete días seguidos, señala Zara Guifarro, máster en ecología marina y coordinadora de investigación del Roatan Marine Park (RMP).
Debido a que, durante tales agregaciones los peces son extremadamente vulnerables y es importante promover su conservación, el RMP presentó ante la décima segunda convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés), una propuesta de investigación para conocer qué poblaciones de peces de importancia comercial para las pesquerías del Caribe hondureño se están agregando en la isla de Roatán y fue seleccionado para recibir apoyo financiero.
“Fortalecimiento de las agregaciones de peces, a través de la investigación y la conservación en Roatán, Honduras” es el nombre del proyecto que consistió en monitorear tres sitios: Sandy Bay, West End y Cordelia, donde por conocimiento y referencia de los pescadores y buceadores del lugar, se presume que se aparean pargos (Lutjanus jocu, Lutjanus analis, Ocyurus chrysurus) y meros (Mycteroperca bonaci, Mycteroperca tigris, Epinephelus striatus. Sin embargo, a la fecha, de los tres sitios investigados, solo en uno se pudo identificar que ocurren agregaciones reproductivas de meros tigres.
Zara añade que las especies citadas están en peligro de extinción por la sobrepesca, además, su pesca y venta no está controlada y se observa que los están capturando de manera temprana, sin considerar la talla y previo a haber podido reproducirse. “En promedio, la mayoría de los peces (meros) que hemos observado miden entre 81-90 centímetros, aunque algunos pueden llegar a medir 150 cm o más. No obstante la medida o tamaño de los peces no siempre se relaciona con su capacidad reproductiva, sí puede estimarse que los peces grandes llevan más años reproduciéndose”, señala la investigadora.
“A pesar de que la sobrepesca tiene en peligro a muchas especies marinas en el Caribe, varios de los pescadores con quienes trabajamos son artesanales y no pescan meros, porque como nos comentan, son peces demasiado grandes y arrastrarían sus pequeñas embarcaciones. Además, el sitio de agregación identificado en Roatán está dentro de un área protegida, en donde es prohibida la pesca de estas especies de importancia ecológica. Pero quienes sí están acabando con las especies marinas son los pescadores de navíos industriales, sumado a que la destrucción del hábitat y otras presiones antropológicas también las afectan”, afirma Zara.
Otro de los objetivos del proyecto de investigación liderado por el RMP fue empoderar a las comunidades costeras y entablar relación con las asociaciones de pescadores de Santa Helena y Punta Gorda, situadas en el lado este de la isla de Roatán. Estas poblaciones agrupan a unos 40 integrantes, entre quienes destacan mujeres, sobre todo en Santa Helena. “Las comunidades son clave para el mantenimiento de las pesquerías y el cuidado de las especies que se están estudiando”, dice Zara.
Reunión informativa con los pescadores de la comunidad de Santa Helena. Foto: Damaris Dueñas
¿Cómo se estudia una agregación reproductiva de peces?
Debido a que las agregaciones ocurren al filo del atardecer, en su mayoría a más de 30 metros de profundidad y en áreas con bastantes corrientes (las cuales ayudan a que los gametos se dispersen), según el tamaño del sitio a estudiar, se requieren entre cuatro a seis personas certificadas en buceo (de preferencia instructores) y que estén capacitadas para hacer las mediciones que los investigadores necesitan.
A los buceadores se les enseña a medir a los peces y a tomarles fotos durante los transectos. Cada transecto tiene una duración entre 20 a 25 minutos, en los cuales el buzo va nadando y anotando la especie, cantidad y longitud de los peces que encuentra.
En ocasiones, para disminuir el riesgo de que los buceadores puedan sufrir algún daño al sumergirse en esos sitios desconocidos y tan profundos, se pueden usar equipos especiales, sumergibles, como cámaras y vehículos a control remoto (Remotely operated vehicle -ROV en inglés), sin embargo, estos tienen precio elevado.
En este proyecto, para determinar si los sitios de agregaciones indicados por los pescadores estaban activos y no desaparecidos por la sobrepesca, los investigadores deberían haberlos monitoreado mensualmente durante un año. “Por la pandemia por la COVID-19 hubo limitaciones de movilidad y disponibilidad de personal, por lo que tuvimos que reducir las salidas a campo. Además, el clima no fue favorecedor”, comenta Zara.
Sin embargo, este pequeño proyecto ha fortalecido el monitoreo de los sitios de agregaciones reproductivas de peces en Honduras del proyecto MAR Fish, que también impulsa MAR Fund, y en el que RMP es implementador en campo y tiene como socio a Coral Reef Alliance (CORAL), organización a cargo del proyecto.
De acuerdo con Zara, el monitoreo de los sitios de agregaciones continuará por dos años más. “Estamos buscando tener resultados más robustos que nos ayuden a efectuar una protección efectiva de estas especies vulnerables. Los resultados los presentaremos a los tomadores de decisiones y a las autoridades locales”, acota Zara.
Imprescindibles los patrullajes constantes
Los guardarrecursos que trabajan en el RMP patrullan diariamente toda la isla de Roatán y si el clima lo permite, incluso durante las noches. En sus recorridos utilizan una aplicación tecnológica especial llamada SMART, con la cual georreferencian y reportan cualquier actividad ilegal que detecten, indica Zara.
Según añade la investigadora, cuando hay apoyo de agentes de la naval, entonces es posible decomisar el producto, la lancha o el arte de pesca ilegal. De lo contrario, los guardarrecursos solo pueden tomar fotografías del incidente, indicar el nombre de las personas involucradas y hacer el reporte para que las autoridades correspondientes le den seguimiento al caso. Por el momento no se han reportado ningún incidente sobre pesca ilegal de meros y/o pargos en los sitios de agregaciones reproductivas.