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Blog

MAR Fund anuncia la alianza para el diseño de un seguro innovador

MAR FundNoticias SAM8 junio, 20210

Excerpts are optional hand-crafted summaries of your content that can be used in your theme. In principio creavit Deus caelum et terram. Propterea sicut per unum hominem in hunc mundum peccatum intravit et per peccatum mors et ita in omnes homines mors pertransiit in quo omnes peccaverunt. Iustificati igitur ex fide pacem habeamus ad Deum per Dominum nostrum Iesum Christum. Omnes enim peccaverunt et egent gloriam Dei.

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Comunidades del caribe de Guatemala participan en la conservación y restauración de manglares

MAR FundGuatemala, Noticias SAM, Victorias24 mayo, 20215
Pescadores de Barra Sarstún, en el municipio de Lívingston, departamento de Izabal siembran mangle en el área en la que desean mantener su cobertura. Foto: EcoLogic

Por Lucy Calderón

“Los manglares son importantes, porque entre sus raíces crecen los róbalos, camarones y jaibas que consumimos. También nos dan frescura”, dice Ada Tróchez, mientras se protege del intenso calor, debajo de las ramas de un mangle rojo que crece en la comunidad de San Juan, en el municipio de Lívingston, del departamento de Izabal, Guatemala.

“Estos árboles también ofrecen protección contra tormentas y son refugio de los peces y el camaroncillo que luego capturamos para el consumo familiar o la venta”, comenta Humberto Cino Saquil, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo, de la citada comunidad, quien al preguntarle, qué le gustó más del taller en el que participó -en el cual abordaron la importancia del bosque manglar, responde sonriente: “conocer la cantidad de especies de mangle que hay en el país. Seis para ser exactos”.

 

Humberto Cino Saquil, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la comunidad de San Juan, en el municipio de Livingston, departamento de Izabal. Foto: EcoLogic

La señora Ada Tróchez es una lideresa en su comunidad. Foto: EcoLogic

 

La participación y liderazgo comunitario en estrategias de conservación y restauración de ecosistemas es crucial para que estas sean exitosas. Por eso, en el Área de Uso Múltiple Río Sarstún (AUMRS) -área protegida en Guatemala según Decreto 12-2005 y humedal de importancia mundial en el caribe guatemalteco-, las comunidades San Juan y Barra Sarstún están involucradas en la protección de los manglares de esa región del Arrecife Mesoamericano.

“El trabajo de los habitantes de dichas comunidades en la reducción de las principales amenazas que enfrentan estos bosques costeros (tala y quema), contribuirá a que sigan disfrutando de los beneficios y servicios que les ofrecen y, en consecuencia, mejoren sus condiciones de vida”, explica el ingeniero agrónomo Mario Ardany de León, Oficial de Programa de la organización no gubernamental EcoLogic Development Fund, que está a cargo de la ejecución del proyecto piloto: Conservación, Restauración y Monitoreo del Ecosistema Manglar con Liderazgo Comunitario en el AUMRS.

A su vez, el citado proyecto es financiado por el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, por su acrónimo en inglés) y el proyecto Manejo Integrado de la Cuenca al Arrecife de la Ecorregión del Arrecife Mesoamericano (MAR2R, por su acrónimo en inglés). MAR2R es ejecutado por la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), en coordinación con los ministerios de ambiente de México, Guatemala, Belice y Honduras, -los cuatro países que abarca el SAM-, con el financiamiento del Global Environmental Facility, a través del Fondo Mundial para la Naturaleza como agencia implementadora.

De León comenta que para alcanzar la meta de conservación se mantendrá el área boscosa tropical existente en la parte alta y media de cada comunidad, e igual se cuidará el manglar de las partes bajas. Para la restauración de las áreas que han sido taladas o quemadas, además de mangles, se implementarán sistemas agroforestales, es decir, la combinación de cultivos de granos básicos con árboles de rápido crecimiento como los de san Juan (Vochyasia guatemalensis), barillo (Symphonia globulifera), cahué (Pterocarpus officinalis) y frutales.

El ingeniero agrónomo Mario de León (a la derecha) explica la técnica de siembra de mangle que usarán en la localidad de Barra Sarstún. Foto: EcoLogic
Pobladores de San Juan revisan los viveros de caoba (Swietenia macrophylla) y guama (Inga edulis) que usarán en los sistemas agroforestales. Foto: EcoLogic

“La idea es que las personas tengan otra fuente de alimentación, porque después de la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 y las tormentas ETA e IOTA, se dieron cuenta de que solo de comer pescado ya no pueden vivir y tuvieron que intercambiar sus capturas del día por maíz, frijol y frutas”, relata de León.

Otra tarea que se contempla en el proyecto será gestionar ante la Oficina de Control de Áreas de Reserva del Estado (OCRET), el arrendamiento de las zonas a conservar y restaurar, para que estas plantaciones puedan inscribirse en el Programa de Incentivos Forestales, PROBOSQUE, del Instituto Nacional de Bosques (INAB). Las actividades para lograr los anteriores objetivos comenzaron en septiembre de 2020 y se espera que culminen en noviembre de 2021, añade de León.

Intercambio de conocimientos

Habitantes de San Juan escuchan con atención acerca de las técnicas de manejo y restauración forestal que se usarán en la comunidad. Foto: Cesar J. Zacarías-Coxic

“La participación voluntaria e informada de las comunidades en la conservación de los recursos naturales es imperante, porque cuando se habla de gobernanza forestal y acciones de recuperación de ecosistemas, las primeras que tienen que estar empapadas del tema y convencidas son las comunidades. Nosotros, como representantes de instituciones, podemos identificar áreas y trabajarlas, pero el éxito no dependerá de cuánto dinero se tenga para implementar los proyectos, sino de cuánto se involucren las comunidades. Porque al final, ¿quiénes cortan el bosque? ¡Las personas! Entonces, cuando ellas están empoderadas del tema y han colaborado con acciones para beneficio de todos, ayudan a que no haya tala, ni sobrepesca. De ahí la importancia de tomarlas en cuenta para hacer los procesos”, afirma con plena seguridad Cesar J. Zacarías-Coxic, encargado 2 de manglares, a nivel nacional, por parte del INAB.

“Por su experiencia de más de una década en conservación y restauración de manglares, así como por haber impulsado las Mesas Locales de Mangle en Guatemala, quién mejor que Zacarías-Coxic para compartir con los habitantes de San Juan y Barra Sarstún información y técnicas para el manejo sostenible de este vital ecosistema”, afirma de León.

Zacarías-Coxic comenta que, en San Juan, a pesar de la barrera del idioma, -porque sus habitantes hablan q’eqchí y se requirió la ayuda de un intérprete-, fue satisfactoria la interacción lograda con los 22 participantes y hasta visitaron el área que esperan inscribir en el PROBOSQUE. “Las personas de San Juan tenían un genuino interés en aprender sobre el ecosistema manglar, del cual desconocían particularidades, porque no son oriundas del Caribe, sino que migraron desde las zonas montañosas de Cobán, Alta Verapaz, en la región central de Guatemala”, dice Zacarías-Coxic.

Vista del muelle de la comunidad de San Juan. Foto: César J. Zacarías-Coxic

 

Mientras, en Barra Sarstún, Cesar impartió dos talleres. Uno, a 15 pescadores, y otro, a 20 estudiantes de educación básica. Con los primeros, el aprendizaje fue de doble vía, asegura el instructor, porque ellos también le compartieron anécdotas de sus experiencias en el mar y en la costa. Y debido a que tenían más dominio del tema, hasta tuvieron tiempo de conversar sobre el Reglamento para el Manejo Sostenible del Recurso Forestal del Ecosistema Manglar.

Con los segundos, quizás por ser jóvenes y tímidos, no dialogaron mucho, pero sí prestaron atención al mensaje, dice Zacarías-Coxic.

En esta área de Barra Sarstún hay regeneración natural del bosque manglar y también se aprecia el servicio de protección costera que ofrece este ecosistema. Foto: César J. Zacarías-Coxic

 

¿Por qué actuar de la cuenca al arrecife?

 

Bosque de mangle negro situado frente al océano Atlántico. Foto Cesar J. Zacarías-Coxic

Cuando se piensa en trabajar a nivel de cuencas, “hay mucha tela que cortar”, dice Zacarías-Coxic. Esto se debe a los diversos intereses y problemas que surgen al querer disponer de los diferentes recursos naturales como el agua, el suelo o la vegetación, por mencionar algunos. Si estos recursos no se manejan adecuadamente, la situación repercute en la pérdida o degradación de los ecosistemas. Por ejemplo, si se quita la cobertura vegetal del suelo, este queda expuesto a procesos de erosión por efectos del viento y el agua, y con las lluvias, estas partículas de tierra son arrastradas por los ríos y las escorrentías, desde la parte alta de la cuenca hacia la baja, donde ocasiona procesos de sedimentación y eutrofización, modificando así algunos sistemas naturales como manglares, lagunas costeras y pastos marino, asegura Zacarías-Coxic.

Al respecto, Carlos Rodríguez Olivet, especialista marino-costero y de salvaguardas del Proyecto MAR2R, a cargo de la articulación de actores en la región del SAM para el manejo de los recursos marino-costeros y de agua dulce, comenta que una de las tareas que ayudó a organizar en 2019 -por invitación de MAR Fund y del Instituto Smithsonian, con apoyo de la Cooperación Alemana-, fue el taller en el que participaron más de 70 personas de la región del SAM, para elaborar la Estrategia Regional de Manejo Conservación, Restauración y Monitoreo de Manglares en el Arrecife Mesoamericano 2020-2025.

A partir de dicha estrategia, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente-Convención de Cartagena, MAR2R y MAR Fund, también están colaborando en la creación de un manual de prácticas y técnicas para la restauración de manglares y un mapa ecorregional que muestre los sitios prioritarios a atender, añadeRodríguez.

Según explica el funcionario, debido a que es necesario el fortalecimiento de capacidades locales para ir aprendiendo más y mejores técnicas de manejo, así como buenas prácticas en el ecosistema manglar, otra de las acciones para lograr las metas trazadas en el componente a su cargo está orientada en abrir oportunidades de participación a pueblos indígenas y comunidades locales. Y una forma de involucrarlos es a través de los proyectos piloto o demostrativos, como el que EcoLogic está liderando en San Juan y Barra Sarstún, el cual se tiene contemplado replicar en Belice.

Conviértete, tú también, en un guardián de los ecosistemas

MAR FundMéxico, Noticias SAM3 mayo, 20215

Grupo de adolescentes que participó en los talleres y recorridos vivenciales que impartió la asociación Centinelas del Agua (CDA) en la Península de Yucatán, México. Foto: CDA.

 

Por Lucy Calderón

Si tienes actitud, pasión e inclinación por la naturaleza -y crucial-, respeto por todos los seres vivos que te rodean, tú también puedes ser un guardián de los ecosistemas.

Según explica el maestro en ciencias, Alejandro López Tamayo, director general de la asociación civil sin fines de lucro Centinelas del Agua (CDA), la cual está enfocada en preservar y proteger el acuífero de la Península de Yucatán, México, “las actividades vivenciales fomentan el arraigo cultural y la conexión de una persona con su entorno, lo cual incide en su interés por la protección de los recursos naturales a su alrededor”.

Por eso, el involucramiento de niñas, niños y adolescentes en talleres de educación ambiental, así como en visitas de campo a los ecosistemas de la comunidad donde viven, fueron algunas de las prácticas educativas que CDA implementó durante el proyecto: Diagnóstico de la Calidad del Agua en la laguna Yalahu, en el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Yum Balam.

Alejandro comenta que dicho proyecto fue concebido en tres fases y para el desarrollo de la primera -que a su vez incluye tres componentes-, CDA recibió el apoyo del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés), a través de la décimo primera convocatoria de su Programa de Pequeñas Donaciones.

Con el impulso de MAR FUND, la primera fase se efectuó durante 2019-2020 en la región del Arrecife Mesoamericano, principalmente en Chiquilá, Solferino y Holbox, tres comunidades del municipio Lázaro Cárdenas.

De izq. a derecha: Viridiana Nava, Mayra Izquierdo, Alejandro López, Itzel Castillo y Nancy Maffiodo, integrantes de Centinelas del Agua. Foto: CDA

Primer componente: monitoreo de la calidad del agua

 

La laguna de Yalahau en la APFF Yum Balam requiere atención para eliminar las descargas de aguas residuales que recibe. Foto: CDA

Un grupo de habitantes de la comunidad de Holbox se acercó en 2018 a CDA para solicitar la realización de un monitoreo de la calidad del agua de la laguna Yalahau, porque según explicó, en algunos puntos de esta han notado cambios de coloración, así como la disminución de especies de peces de interés comercial. Esta situación fue la que motivó a CDA a participar en la convocatoria de MAR Fund presentando el proyecto en su primera fase.

Viridiana Nava, maestra en ciencias y coordinadora de investigación científica y conservación de CDA, cuenta que después de la solicitud recibida, iniciaron las visitas a la laguna para identificar los puntos prioritarios a atender y/o conservar, ya sea por tener mayor cantidad de contaminantes o ser las áreas donde se están descargando aguas residuales. Identificaron 30 puntos de monitoreo y en cada uno analizaron 15 parámetros de calidad de agua (entre físico-químicos y biológicos), en dos temporadas diferentes: la de Nortes (caracterizada por fuertes vientos) y la de lluvias (época con mayor precipitación).

 

Análisis in-situ y colecta de muestras de agua en la laguna Yalahau en el APFF Yum Balam. Foto: CDA

Alejandro añade que realizar el monitoreo en las épocas indicadas es trascendental para conocer la variación temporal de elementos químicos o bacteriológicos presentes en el agua, porque la dirección del viento y la precipitación en cada una de ellas influye en el comportamiento de algunos contaminantes y en la dinámica de la laguna.

Durante las lluvias, se producen cambios en la temperatura del ambiente y también fluctúa la dirección del viento y por ende las condiciones en la laguna. Las precipitaciones pluviales arrastran todos los contaminantes desde el continente hacia la zona costera, mientras que, en época de secas, estos no se diluyen, sino que permanecen concentrados en la laguna. Cuando hay huracanes, estos revuelven todo en el agua, agrega Alejandro.

Los integrantes de CDA hicieron el trabajo de monitoreo con apoyo del personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Esta institución les facilitó una embarcación y al respectivo capitán, para que pudieran navegar la laguna. Como los datos obtenidos son de dominio público, la CONANP puede usarlos para incluirlos como acciones del programa de manejo del APFF Yum Balam.

Para el análisis de las muestras colectadas, CDA subcontrató a un laboratorio. Una vez obtenidos los resultados, Viridiana e Itzel se encargaron de su interpretación y de la realización de los mapas de distribución superficial, de acuerdo con la normatividad aplicable en México.

Viridiana indica que los puntos de la laguna con mayor cantidad de contaminantes químicos y bacteriológicos (encontraron coliformes) son aquellos con descarga de aguas subterráneas. Además, debido a que el suelo de la Península de Yucatán es kárstico (como si se tratara de una esponja, con múltiples poros), todo lo que corre sobre la superficie se infiltra y contamina el acuífero (principal fuente de agua). Luego, este líquido contaminado llega hasta la laguna.

Otro de los principales hallazgos, producto del trabajo de campo, fue la detección de focos de contaminación por la nula o inadecuada gestión de los desechos líquidos y sólidos en las comunidades citadas. Sumado al problema de falta de tratamiento de aguas residuales, muchas personas tiran su basura en botaderos a cielo abierto o a un costado de las carreteras. Otras, la queman.

Los resultados de este monitoreo de la calidad del agua, los presentó CDA al público en general, a través de tres seminarios virtuales, uno de ellos, el día previo a la visita de María Luisa Albores González, Secretaria de Ambiente y Recursos Naturales, a Holbox. Según relata Alejandro, durante la actividad, los líderes de la comunidad de Holbox le expresaron su preocupación por la contaminación de la laguna y le solicitaron apoyo para, por ejemplo, gestionar el tratamiento de aguas residuales en la zona.

Segundo componente: educación ambiental

 

En Holbox, durante una de las visitas a los ecosistemas de su comunidad, los estudiantes de Holbox se desplazaron en bicicleta. Foto: CDA

La ingeniera Itzel Castillo, a cargo del programa de hidrología y calidad del agua en CDA, fue quien impartió los talleres de educación ambiental y los recorridos vivenciales (nueve talleres y recorridos presenciales y uno virtual) para motivar a niñas, niños y adolescentes de seis escuelas de las tres comunidades antes mencionadas a ser guardianes de la naturaleza.

Itzel relata que las capacitaciones incluyeron a los profesores de los centros educativos. Ellos apoyaron en presentar a los estudiantes las encuestas de acercamiento y percepción del agua, previamente proporcionadas por CDA, para determinar su nivel de conocimiento e interés en la temática ecológica. Gracias a estas encuestas, CDA asentó el contenido de las actividades con los jóvenes, en las cuales participaron también algunos docentes.

Durante tres meses, Itzel ofreció en cada escuela, charlas sobre el acuífero (formación geológica almacenadora de agua), su relación con los ecosistemas circundantes y cómo hacer para preservarlos limpios y saludables.

Para los recorridos vivenciales CDA se alió con otras instituciones que la ayudaron a cumplir el cometido.  Por ejemplo, para el recorrido al sitio designado en Holbox, un operador turístico les prestó bicicletas a todos los participantes. En Chiquilá, un grupo de aviturismo les consiguió camionetas para transportarse y les prestó binoculares y guías de observación de aves. En Solferino, un grupo comunitario que siembra árboles de Yaca (Artocarpus heterophyllus, planta familia de las moráceas, cuyo fruto tiene sabor parecido al mango), les permitió conocer peculiaridades del cultivo.

 

Durante las giras de campo, los participantes son motivados a usar sus cinco sentidos para hacer más vívido el aprendizaje. Foto: CDA

De acuerdo con Itzel, los jóvenes de distintas edades se emocionan cuando tienen contacto directo con la naturaleza y al hacer participativa su experiencia, el aprendizaje es mejor, mucho más significativo.

“Acompañé a Itzel a uno de esos recorridos y puedo confirmar que los hace súper participativos. Cuando les explicaba las características del suelo kárstico que tenemos en la Península de Yucatán, los hacía tomar un puño de tierra; si les hablaba de las rocas y cómo se filtra el agua en ellas, también los hacía recoger una y observarla. Hasta lupas llevaban. Fue tal la vivencia, que de los propios estudiantes surgió la iniciativa de recolectar la basura que observaron durante el trayecto final de la caminata”, relata Viridiana.

Alejandro añade que, en sus 10 años de existencia, CDA ha contribuido a la formación ambiental de unos 23 mil estudiantes. Y la forma en que miden o validan el conocimiento adquirido por los participantes es a través de encuestas antes y después de la actividad educativa.

 

Participantes del recorrido por los ecosistemas de Solferino y Chiquilá. Foto: CDA

 

Un habitante de Chiquilá responde una encuesta sobre percepción del agua. Foto: CDA

Las actividades de educación y socialización fueron parte del segundo componente del proyecto. Y uno de los productos derivados de este, gracias al apoyo recibido de MAR Fund, fue la creación del Manual de educación para la sustentabilidad de la Península de Yucatán, el cual describe los ecosistemas del lugar. Este documento se le estará entregando a los maestros de las escuelas que participaron en el proyecto. Adicionalmente, se produjeron infografías sobre el área protegida, para compartir información clave del APFF Yum Balam a un público más amplio.

Alejandro indica que, apoyándose con el contenido del citado manual, y como parte de una segunda fase de este proyecto (apoyada por MAR Fund en su décimo tercera convocatoria y actualmente en su fase inicial de planeación), impulsarán aún más la generación de guardianes de la naturaleza educando a los niños, niñas y adolescentes sobre la gestión apropiada del agua y de residuos sólidos.

 

Infografía sobre beneficios ambientales del acuífero en la Península de Yucatán. Foto: CDA

 

Manual de educación para la sustentabilidad de la Península de Yucatán. Foto: Centinelas del Agua A.C.

 

Infografía sobre los servicios ecosistémicos de los pastos marinos en el APFF Yum Balam. Foto: Centinelas del Agua A.C.

Tercer componente: gobernanza hídrica

 

La laguna Yalahau tiene una superficie total de 312 km2. Foto: CDA

Promover mecanismos de participación social para la toma de decisiones en torno al agua y su saneamiento en las tres comunidades involucradas en el proyecto fue el objetivo principal de la gobernanza hídrica que se impulsó.

Alejandro explica que los sectores que participaron en este componente fueron representantes de la Asociación de Hoteles de Holbox y del Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas. Se trabajó con ellos la elaboración de un convenio de colaboración para mejorar la sustentabilidad en el municipio y las tres comunidades. También se logró que la Dirección de Ecología del Ayuntamiento aprobara el establecimiento de un Comité de Cuenca, ya que, por ley, es a través de este que participan todos los sectores de la sociedad (academia, comunidades, organismos no gubernamentales, entre otros) en la gestión del agua.

De acuerdo con datos de CDA, solo algunas zonas de Chiquilá y Holbox cuentan con alcantarillado para descarga de aguas residuales, pero en Solferino únicamente tienen pozos ciegos.

Por tal motivo, en la segunda fase de este proyecto, CDA se enfocará en fomentar la gestión apropiada de residuos sólidos y líquidos; y gracias a fondos otorgados por otro donante, realizará la instalación de biodigestores.

Mientras tanto, con ayuda de los personajes Centi y Nela, CDA seguirá inculcando el mensaje de amor y conservación de la naturaleza, para que haya más guardianes de los ecosistemas, e impulsando en México, Belice,Guatemala y Honduras la iniciativa Agua, Nuestro Derecho.

Personajes Centi y Nela

Banco Cordelia, un sitio que ofrece esperanza al Arrecife Mesoamericano

MAR FundNoticias SAM20 abril, 20212

Como “un paraíso bajo el mar”, describen al Sitio de Importancia para la Vida Silvestre, Banco Cordelia, quienes han tenido la oportunidad bucear en él. Foto: Claudio Contreras/International League of Conservation Photographers.

 

Por Lucy Calderón

Conocidos popularmente como corales cuerno de ciervo, por la similitud de su estructura con la de la cornamenta del mamífero en mención, los corales Acropora cervicornis son de los corales más importantes en la región del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), porque son constructores del arrecife.

Gracias a su fuerte sustrato y a su peculiar forma, los A. cervicornis ofrecen refugio a peces juveniles y protegen a las comunidades costeras contra fuertes oleajes.

Sin embargo, son pocos los lugares del Caribe que aún tienen grandes extensiones de esta especie de coral. Uno de ellos es el Sitio de Importancia para la Vida Silvestre, Banco Cordelia, situado en el suroeste de la Isla de Roatán, Honduras, donde la cantidad de individuos de A. cervicornis es impresionante, señala el biólogo marino Steve Canty, coordinador del Programa de Conservación Marina del Instituto Smithsonian.

 

Las colonias de corales cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) que habitan el Banco Cordelia, en Honduras, abarcan una extensión de 63,440 metros cuadrados. Foto: Jaques Lalonde

“El número de estos corales que hay en ese banco sorprende, sobre todo, después de la masiva mortandad -a causa de un agente desconocido-, que en la década de los años 80 redujo su presencia en el Caribe, incluyendo el SAM, cuando se perdió aproximadamente el 90 por ciento de ellos. Además, esta población logró recuperarse de un evento de blanqueamiento que afectó a los corales de Roatán hace unos cuatro años y sigue sobreviviendo, a pesar de estar ubicada muy cerca de muelles de cruceros y de la cantidad de contaminantes que recibe de las poblaciones cercanas”, añade Canty.

Y son precisamente esos signos de vitalidad y resiliencia de los A. cervicornis del Banco Cordelia, los que lo convierten en un sitio de interés no solo turístico sino científico, al ser fuente de propágulos (larvas coralinas) con potencial para repoblar las comunidades arrecifales en la región del SAM.

Por lo anterior, la organización The Coral Reef Alliance (CORAL) impulsó el estudio de la diversidad genética de los corales del Banco Cordelia, es decir, el número total de características genéticas diferentes entre ellos. Dichas diferencias son un componente básico de la biodiversidad, y a mayor diversidad genética, mayores probabilidades tienen las especies de sobrevivir a los cambios del ambiente.

Para llevar a cabo dicha investigación, CORAL contactó a Steven Canty, quien junto con sus colegas científicos Graeme Fox, Jennifer K. Rowntree y Richard F. Preziosi produjeron el estudio titulado: Estructura genética de una población remanente de Acropora cervicornis. El mismo fue publicado en febrero 2021 por la revista Scientific Reports (el artículo es de acceso abierto).

El sumario de dicho documento señala que: “Entre el declive global de los arrecifes de coral, sitios que dan esperanza, como el Banco Cordelia, en Honduras, han sido identificados. En este habitan densos remanentes de la especie de coral en peligro de extinción Acropora cervicornis, que los administradores locales y las organizaciones de conservación ven como una población, fuente potencial para proyectos de restauración de coral”.

De acuerdo con Canty, en CORAL, además de interesarse en el conocimiento de este importante banco coralino para la región del SAM, querían tener evidencia científica sólida para actualizar su plan de manejo.

Sin embargo, ¿cómo manejar los corales si se desconoce su biología? Por eso, él y sus colegas efectuaron el mencionado estudio.

Proceso de toma de muestras

Investigadores documentan los corales que habitan el Banco Cordelia, Honduras. Foto: Jaques Lalonde

El Banco Cordelia es un área protegida formada por cuatro bancos coralinos en los que hay presencia de A. cervicornis, tiburones y un sitio de desove de pargos y meros. Las muestras para el estudio se tomaron en 2014 en tres de esos bancos: Big Cay; Cordelia Shoal y Smith Bank, exceptuando a Little Cay debido a limitaciones climáticas.

La bióloga Mayra Núñez Vallecillo fue una de las investigadoras que participó en la colecta de muestras. Mayra describe al Banco Cordelia como un paraíso bajo el mar, e indica que haber participado en este trabajo de campo, la ayudó a ampliar sus conocimientos sobre los arrecifes coralinos. De acuerdo con la bióloga, investigaciones de este tipo son importantes para generar herramientas de manejo y conservación adecuadas para la protección de ecosistemas marinos, de los cuales dependen para sobrevivir no solo plantas y animales, sino también las personas.

Principales hallazgos

Steven Canty, coordinador del Programa de Conservación Marina del Instituto Smithsonian realiza el análisis genético a los fragmentos de A. cervicornis colectados en Banco Cordelia, Honduras. Foto: James Kegley

Canty indica que un mecanismo importante de supervivencia de los A. cervicornis es la fragmentación y las piezas fragmentadas son arrastradas por las corrientes, por lo tanto, estos pueden asentarse en sitios cercanos o alejados del ejemplar del que se desprendieron. Esta situación incide en que sea difícil determinar si un coral nuevo proviene de un mismo individuo, un clon (reproducción asexual), o es producto de la unión de dos diferentes (reproducción sexual).

Si se trata de ejemplares provenientes de un mismo individuo, su uso para restaurar áreas coralinas degradadas no sería lo mejor, porque al tener los fragmentos el mismo material genético, todos serían susceptibles a las mismas enfermedades o trastornos ocasionados por situaciones de estrés, explica Canty.

En el Banco Cordelia, donde las grandes cantidades de colonias de esta especie abarcan unos 63,440 metros cuadrados, “se logró identificar una baja diversidad genética en los tres bancos del área protegida y la similitud genética de las colonias varió de 91.3 a 95.8 por ciento entre los bancos. Las tasas de ‘clonalidad’ fueron aproximadamente del 30 por ciento en los tres bancos. Y cada genotipo identificado era único para cada banco”, señala el estudio.

“Se demostraron sutiles diferencias dentro y entre los bancos, es decir no todos provienen de un mismo individuo. La presencia de múltiples genotipos sugiere que las colonias de A. cervicornis de estos bancos podría usarse para mantener y mejorar la diversidad genética en proyectos de restauración”.

Por tal motivo, “la gestión de lugares de esperanza como el Banco Cordelia y la incorporación de los datos genéticos en proyectos de restauración para garantizar la diversidad genética dentro de las poblaciones plantadas, será fundamental en el desafío continuo de conservar y preservar los arrecifes de coral”, se indica en el documento.

Importancia de los resultados

Canty explica que está feliz con los hallazgos del estudio, porque en los A. cervicornis del Banco Cordelia hay más diversidad genética de la que pensaron y hasta lo motiva para hacer un estudio parecido con manglares y pastos marinos, porque es importante conocer la conectividad existente entre poblaciones pequeñas de estos ecosistemas y en toda la región del SAM. La obtención de esos datos, así como los que produjo la investigación citada, sirven para elaborar planes de manejo basados en evidencia científica. Asimismo, contribuyen a identificar el potencial de adaptación de los ecosistemas, para que las comunidades costeras sepan cómo liderar ese manejo, porque para que una estrategia de conservación sea exitosa, hay que involucrar a las personas que viven en el área, asegura el biólogo.

La recomendación de Canty, para quienes lideren proyectos de restauración de coral, con fragmentos de los corales del Banco Cordelia, es que lleven un diario genético, para que sepan qué fragmento y de qué colonia usaron para trasplantar en determinado sitio.

Jenny Myton, ingeniera ambiental y Directora Regional de Programas de CORAL, explica que los esfuerzos de su trabajo en favor del SAM se enfocan en acciones que lo ayuden a prosperar. Por ejemplo, es trascendental disminuir la llegada e impacto negativo de las aguas residuales al Banco Cordelia, porque para que este se mantenga saludable, la calidad del agua que lo circunda debe ser óptima.

El trabajo de conservación en Banco Cordelia, el cual -según datos de la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable- tiene 72.23 por ciento de coral vivo, (el promedio en el SAM es del 19 por ciento), también va encaminado a que haga honor a su declaratoria, por parte del gobierno hondureño, como Sitio de Importancia para la Vida Silvestre. Esa declaratoria, lograda en 2012, tomó siete años de trabajo a varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, entre ellas CORAL.

Por eso, los datos producidos por el estudio de Canty y colegas, serán útiles para que en equipo con las demás organizaciones involucradas se pueda actualizar el Plan de Manejo del sitio y determinar y guiar las acciones a implementar, concluye Jenny.

La ciencia ayuda a documentar una nueva joya marina del Sistema Arrecifal Mesoamericano

MAR FundGuatemala, Noticias SAM, Victorias17 marzo, 20219
Investigadora realiza monitoreo para conocer la salud del arrecife y caracterizar las diversas especies que habitan esa zona arrecifal descubierta en 2014 en el Caribe de Guatemala. Foto: Ana Giró/HRI

Por Lucy Calderón

Durante una gira de campo por las aguas del mar Caribe en Guatemala, la Maestra en Ciencias, Ana Giró Petersen confirmó que un área de “piedras”, como la describían los pescadores que la acompañaban en esa ocasión, resultó ser una zona arrecifal hasta ese momento desconocida.

Según relata Ana, ese 2014, un pescador le comentó sobre una zona somera de “piedras” que él y sus compañeros observaban al regresar de sus jornadas de pesca en zonas profundas. Ana decidió investigar para evaluar de qué se trataba y se sorprendió al ver que esta área presentaba una gran diversidad de especies de peces y alta cobertura coralina. Ana regresó al sitio con su equipo para recabar más información y evaluar el estado de salud arrecifal, datos con los que contribuye a actualizar los archivos del Programa Atlantic and Gulf Rapid Reef Assesment (AGRRA), el cual ofrece indicadores científicos del estado de los arrecifes coralinos del Golfo de México y del Caribe con el objetivo de sustentar su gestión y conservación.

Ana cuenta que, al sumergirse en el área indicada por los pescadores, quedó maravillada al ver no solo la extensión de la zona arrecifal, sino la salud que irradiaba.

Para evaluar la extensión del sitio consultó varias cartas náuticas, sin embargo, estas no presentaban mayor detalle de la zona. Por esto se decidió realizar un mapeo batimétrico. A través de este análisis, se dio cuenta de que también había una caída pronunciada con forma de codo, similar a los sitios que eligen los peces durante sus agregaciones de desove en épocas de reproducción. Entonces decidió contactar a Will Heyman, experto en agregaciones reproductivas de peces, de Ecological Research Associates.

Asimismo, con ayuda de Ángela Mojica, Will Heyman y Miriam Olivares iniciaron las mediciones para obtener mapas de las profundidades del sitio y determinar las características (topografía) del fondo marino. Al realizar estos estudios, descubrieron que la zona era más grande de lo que esperaban. A la fecha, han mapeado 15 kilómetros de largo y 6 kilómetros de ancho. “Es una belleza. Las áreas menos profundas tienen 10 metros y la abrupta caída tiene entre 250-300 metros. Sin embargo, estamos recabando datos científicos en profundidades que van de los 9 a los 21 metros. A mayor profundidad, los mapeos los hemos hecho con ecosonda, herramienta que permite determinar la distancia vertical entre el fondo del lecho marino y una parte determinada del casco de una embarcación”, indica la investigadora.

 

Existe gran diversidad de especies y alta cobertura coralina en el sitio Corona Caimán. Foto: Ana Giró/HRI

Con el objetivo de seguir conociendo y analizando el estado de ese sitio arrecifal, la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRI, en inglés) -de la cual Ana es la coordinadora para Guatemala-, participó en la décimo primera convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés).

“Corona Caimán: apoyar la conservación de la joya del Arrecife Mesoamericano a través de ciencia sólida” es el nombre del proyecto que la HRI y Pixan’Ja propusieron en dicha convocatoria, a través de la que obtuvieron los fondos solicitados para desarrollar la primera fase del proyecto y hacer más buceos científicos, caracterizar las especies de peces, corales y bentos, generar mosaicos fotográficos e instalar sensores que miden temperatura y el grado de acidez o alcalinidad (pH) del agua.

Además, gracias a la investigación que se ha realizado durante varios años en el área, se logró la justificación para protegerla y declararla como zona de veda espacial (no pesca) por 10 años, a partir de mayo 2020. El Acuerdo Ministerial 85-2020 de la citada declaratoria lo logró DIPESCA/MAGA con el apoyo de la Fundación Mundo Azul y FUNDAECO.

 

Sensor de temperatura instalado en el sitio. Foto: HRI

Indagar en el fondo del mar

Los mosaicos fotográficos son la nueva tecnología que utilizan Ana y colegas para evaluar y conocer más sobre este arrecife, ya que ofrece imágenes tridimensionales con una excelente resolución, las cuales ayudan a evaluar la cobertura de coral, las especies dominantes y sus enfermedades. También permiten ver los cambios en el tiempo, tanto del sitio como de los corales en específico.

Fotomosaico de una zona en particular (izquierda). Al ampliar el cuadro amarillo (a la derecha) se observa mejor un coral o un área en específico. Foto: HRI

Debido a que esa zona arrecifal está ubicada en el límite marítimo con Belice, con apoyo de la organización no gubernamental Toledo Institute for Development and Environment (TIDE), en ese país, se están realizando trámites ante las autoridades correspondientes para iniciar los monitoreos científicos en el lugar.

Ante el caudal de información a la espera de ser recopilada, la HRI solicitó de nuevo financiamiento a MAR Fund, a través de la décimo segunda convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones y también lo obtuvo.

Con los nuevos fondos recibidos, tanto Ana como sus colegas investigadoras: Ángela Mojica, de Pixan’Ja, y Nicole Craig, de HRI Belice, esperan retomar sus actividades de buceo científico en mayo 2021, ya que por el confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19 estos tuvieron que ser pospuestos.

De izq. a derecha: Angela Mojica, Nicole Craig y Ana Giró. Detrás de ellas, el capitán de la embarcación, Carlos Ramírez. Foto: HRI

Otras metas de la Fase II de este proyecto son instalar más sensores de temperatura y pH, así como sensores   para detectar agregaciones de peces; y ofrecer seminarios en línea para dar a conocer los resultados de sus investigaciones a entidades del gobierno de Guatemala y al público en general.

Ana Giró realiza el monitoreo del parche arrecifal. Foto: Nicole Craig/HRI

A la fecha, entre la información científica obtenida, destaca que el sitio arrecifal mencionado tiene sitios con un 77 por ciento de cobertura de coral vivo, bastante diverso, algo sorprendente porque en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el promedio está entre el 19 y 20 por ciento. Este dato anima mucho a los investigadores, indica Ana, porque es una esperanza de que el SAM prospere, a pesar de los embates que le ocasiona la acidificación del mar o el aumento de su temperatura debido al cambio climático, entre otras amenazas.

¿Qué otros desafíos enfrentan los investigadores en el SAM?

Ana comenta que un reto para hacer investigación científica en el mar es la disponibilidad de personas que sepan bucear y tomar los datos con precisión, apoyo que es difícil conseguir. Aunque la HRI ha ofrecido capacitaciones en la temática, algunos de los participantes han seguido sus estudios en el extranjero, por lo que deben encontrar a nuevas personas que los ayuden en los monitoreos.

También hay que contar con un capitán y ayudante que conozcan bien la zona y sepan navegar y guardar la calma en situaciones complejas como cuando hay fuertes oleajes, corrientes y fuerte viento.

La lejanía de los sitios de monitoreo también representa mayor gasto en combustible y tiempo para efectuar el trabajo.

A pesar de todos los desafíos, Ana opina que el esfuerzo vale la pena, porque con sólida evidencia científica hay más probabilidades de incidir en políticas públicas encaminadas a la protección y conservación de valiosos ecosistemas como el SAM.

Ángela Mojica, investigadora del proyecto monitoreando para evaluar la salud del arrecife. Foto: Ana Giró

 

Descubrir sitios arrecifales con salud alienta a los investigadores a seguir obteniendo evidencia científica que respalde sus solicitudes para la conservación y manejo sustentable por parte de las autoridades de gobierno. Foto: Ana Giró/HRI

La conservación ambiental y el empoderamiento comunitario en Utila: el rol de la FIB y sus ecolíderes

MAR FundHonduras, Noticias SAM, Victorias4 marzo, 20215
Niños y adolescentes que forman el grupo de ecolíderes entrenados por Fundación Islas de la Bahía (FIB) participan en limpiezas de playas en Utila. Foto: Staff Iguana Research and Breeding Station-(IRBS) Iguana Station

 

Por Lucy Calderón

Con la meta de proteger los recursos naturales y las especies de animales silvestres endémicos, es decir, que solo habitan la isla de Utila, Honduras, como, por ejemplo, la iguana negra de cola espinosa (Ctenosaura bakeri), la Fundación Islas de la Bahía (FIB) fomenta la conciencia ambiental entre los isleños.

Para facilitar su cometido, en 2018 la FIB participó en la décimo primera convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés) y su proyecto Fortaleciendo el liderazgo de conservación y empoderamiento comunitario en la isla de Utila, Honduras fue uno de los beneficiados. Este se ejecutó en 2019-2020 y está en su fase de finalización.

Según cuenta Geyvy Delarca, coordinadora técnica de la FIB, esta tiene 30 años de trayectoria y es pionera en impartir charlas ambientales en escuelas y colegios de Utila, además de fomentar la investigación y la crianza de la mencionada especie de iguana. En la actualidad, continúan trabajando con grupos de personas con interés en mejorar su calidad de vida, como el de mujeres artesanas y el de ecolíderes, este último integrado por jóvenes de entre 13 a 21 años de edad.

Escarleth Godoy, técnica ambiental en la FIB, relata que el grupo de ecolíderes se integró en 2017, después de la primera convocatoria que la fundación lanzó con apoyo de MAR Fund. Sin embargo, debido a que para 2019 solo quedaban dos participantes, de nuevo y siempre con apoyo de MAR Fund, la FIB lanzó otra convocatoria en escuelas y colegios. En esta ocasión, 15 jóvenes se sumaron a los dos participantes de la cohorte inicial y son quienes hasta la fecha continúan activos.

 

Logo Oficial creado en 2020 de acuerdo con las ideas de todos los ecolíderes

Las distintas actividades que la FIB organiza las dirigen educadores ambientales con el objetivo de despertar en niños y adolescentes su interés y el amor por el cuidado de la naturaleza. Todos los talleres y salidas de campo las realizan en horarios que no interrumpan el cumplimiento de los estudiantes con sus tareas escolares.

Javier Colindres. Foto: FIB

Javier Colindres, de 13 años de edad, se unió a los ecolíderes en 2019. Lo invitó una amiga y aceptó porque le gusta mucho participar en las limpiezas de playas, las cuales le han permitido conocer partes de la isla a las que no había ido. También disfruta de los viajes al Refugio de Vida Silvestre Turtle Habour, conocer personas y aprender cómo y por qué se debe proteger a las iguanas.

 

Makayla Jones. Foto: FIB

Makayla Jones, de 14 años de edad, comenta que en 2019 se enteró de la existencia de los ecolíderes por la convocatoria que, con apoyo de MAR Fund, lanzó la FIB en la escuela donde ella estudia, además de que un amigo, perteneciente a los ecolíderes, la invitó a participar. Decidió integrarse al equipo para aprender sobre la isla y la naturaleza, y porque se realizan actividades divertidas y muy importantes, como la recolección de semillas de mangle mientras viajan en Kayak. “Me gusta que ayudamos a la isla y aprendemos al mismo tiempo que nos divertimos”, asegura la joven.

Foto: Staff IRBS-Iguana Station
Logan López. Foto: FIB

Logan López de 20 años de edad, quien se unió a los ecolíderes en 2017, indica que todos se llevan muy bien y le gusta ser parte de un grupo que tiene y apoya iniciativas de conservación como las limpiezas de playas y el monitoreo de iguanas.

Amigables con la naturaleza
Geyvy explica que tanto en la Fundación como en su Estación de Investigación Científica IRBS-Iguana Station -que están ubicadas en un mismo edificio- se organizan actividades que contribuyen a que los habitantes de la isla conozcan la importancia de la conservación y comprendan que toda acción produce una reacción. Por ejemplo, si se corta un árbol de mangle, su pérdida repercute en la vida de otras especies de plantas y de animales. En el caso de las iguanas negras de cola espinosa, les gusta asolearse en el mangle rojo y refugiarse en el mangle negro, por lo tanto, si se daña al manglar habrá repercusiones en la vida de las iguanas. Este mensaje de conectividad o interacción que existe entre los seres vivos que habitan un ecosistema es clave y necesario que sea comprendido por las personas, dice la joven.

 

Foto: Staff IRBS-Iguana Station

En cuanto a los residuos sólidos que los ecolíderes recogieron en las playas durante las actividades patrocinadas por MAR Fund, Geyvy explica que en su mayoría llegan arrastrados por las corrientes marinas desde otras partes del mundo y tienen certeza de ello, porque hasta en las playas donde no hay presencia de turistas se encuentran los residuos, además de que también han visto cuando estos arriban junto con el oleaje. Actualmente, y con la participación de tres integrantes del grupo de ecolíderes están por terminar la caracterización de los residuos sólidos recolectados en noviembre de 2020, trabajo que financió Flora y Fauna Internacional.

A su vez, la joven comenta que participar en las limpiezas de playa ayuda a los ecolíderes a comprender la realidad con relación al consumo desmedido de productos envasados en materiales de un solo uso (por ejemplo, plástico) y al mal manejo final que se hace de estos. Desafortunadamente en Utila, la mayoría de estos residuos no pueden ser reciclados y terminan en el incinerador municipal.

Una parada en el centro de visitantes
En el mismo terreno donde están las oficinas centrales de la FIB se encuentra el centro de visitantes y la estación científica.

Centro de Visitantes de la Fundación Islas de la Bahía. Foto: Staff IRBS-Iguana Station

Los turistas locales y extranjeros que recorran el centro de visitantes tendrán la oportunidad de conocer sobre la importancia de los manglares y las cuatro especies que crecen en la isla: blanco, rojo, negro y botoncillo. También aprenderán sobre el cangrejo azul, el tiburón ballena y la iguana negra de cola espinosa, la cual está amenazada por la tala de manglares y la cacería.

Al llegar al mural de voluntarios se les explica que la principal fuente de financiamiento del centro de investigación son las personas locales o extranjeras -voluntarios-, interesadas por la investigación y participación en cualquiera de los proyectos de la FIB.

Según cuenta Escarleth, los visitan tanto estudiantes de colegios con carreras administrativas o turísticas, como universitarios que cursan carreras en ciencias ambientales, veterinaria, agronomía o turismo. Estos voluntarios pagan una cuota de estadía en la FIB y durante su estancia ayudan en todas las actividades de la fundación, se integran a los trabajos de campo para la investigación de la iguana negra de cola espinosa, aparte de trabajar en sus propios proyectos de investigación relacionados con el mapache y el cangrejo azul que habitan la isla.

Personal de la fundación y practicantes. Foto: Staff IRBS-Iguana Station

La iguana negra Swampy, de 26 años de edad, es el ejemplar más antiguo que habita la estación científica, en donde tienen un proyecto de crianza y conservación de iguanas negras de cola espinosa. Foto: Staff IRBS-Iguana Station

 

Geyvy comenta que, en la comunidad, a algunas personas les gusta consumir los huevos de iguana y por eso las buscan en época de reproducción. Para tratar de frenar esta situación, la FIB realiza campañas informativas y de sensibilización en las escuelas. En 2020 y debido a la pandemia por la COVID-19, no se extendieron al público en general, pero imprimieron sus mensajes ecológicos en banners para que todos los habitantes de Utila aprendan la importancia de la conservación.

Otra de las formas en que se busca evitar la depredación de iguanas es a través de monitoreos y patrullajes de los sitios donde estas anidan, los cuales son efectuados en conjunto con agentes de la Fuerza Naval de Honduras.

Un agente de la Fuerza Naval de Honduras acompaña a una integrante del personal de la FIB durante un patrullaje para evitar la cacería de iguanas. Foto: Staff IRBS-Iguana Station/em>

 

La FIB también tiene a su cargo el centro ambiental Wishiwilly, situado en el mismo terreno que las oficinas centrales, el cual pintaron recientemente gracias a los fondos recibidos de MAR Fund. Además, este fue equipado con computadoras y un alto parlante con bluetooth incluido para utilidad de los niños y jóvenes en edad escolar. “Es un espacio que se les facilita a los muchachos para que hagan sus tareas, porque no todos tienen conexión a Internet en sus viviendas”, señala Geyvy.

Los turistas conocen el centro ambiental habilitado recientemente. Foto: Staff IRBS-Iguana Station

Debido a la pandemia por la COVID-19 que inició en 2020, varias actividades tuvieron que reprogramarse, pero gracias al apoyo de MAR Fund las capacitaciones que han recibido los 17 ecolíderes y su participación en las actividades de la fundación (por ejemplo, talleres, monitoreos de iguanas, limpieza de playas, entre otros) han sido exitosas. Todo lo que han aprendido y la sensibilización ecológica adquirida quedan de manifiesto al interactuar con ellos y conocer cómo piensan y se relacionan con la naturaleza.

 

Foto: Staff IRBS-Iguana Station

 

Foto: Staff IRBS-Iguana Station

 

Mujeres Artesanas de Utila. Foto: Staff IRBS-Iguana Station

La práctica del turismo sustentable prospera en el Arrecife Mesoamericano

MAR FundMéxico, Noticias SAM11 diciembre, 20203
Vista área del Parque Nacional Arrecifes de Xcalak. Foto: Sebastien Proust-PPD

Por Lucy Calderón

Por medio de la segunda fase del Proyecto “Conservación del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), a través de mejores prácticas de turismo sustentable en la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak”, 31 personas vinculadas a la operación turística en el Caribe mexicano se capacitaron en temáticas ambientales que les permitirán continuar trabajando de forma amigable con la naturaleza.

Dicha capacitación la lideró la organización Amigos de Sian Ka’an, en equipo con otras instituciones que velan por el bienestar del SAM y de las comunidades costeras que lo habitan.

Esta segunda fase del proyecto citado la impulso el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Fondo SAM), mediante el Programa de Pequeñas Donaciones, el cual otorgó una subvención a Amigos de Sian Ka’an para que la llevara a cabo.

De izq. a derecha: Maraí Tello, Rosario Yah y Rosa María Loreto, implementadoras del proyecto. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Un poco de historia

Según explica la bióloga Rosa María Loreto, subdirectora del Programa de Conservación Marina de Amigos de Sian Ka’an, la fase 1 del proyecto se desarrolló con tres componentes principales. El primero lo constituyeron los planes de acción en buenas prácticas sustentables de actividades acuáticas y ecoturismo que se generaron para 11 permisionarios de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, con base en las Guías Maya Ka’an: http://mayakaan.travel/Guias/Guia_Actividades_Acuaticas/index.html y http://mayakaan.travel/Guias/Guia_Ecoturismo/index.html

El segundo componente abarcó el diplomado de Formación para Guías de Turistas especializado en la modalidad de Turismo Orientado hacia la Naturaleza con actividad específica en Interpretación Ambiental, cumpliendo con los requerimientos de la Norma Oficial Mexicana NOM-09-TUR-2002. Trece permisionarios obtuvieron la acreditación respectiva ante la Secretaría de Turismo Federal, con una vigencia de cuatro años.

El tercer componente fue de bioseguridad insular, el cual se enfocó en la implementación de las acciones necesarias para que en las islas de Banco Chinchorro no se reintroduzcan especies exóticas invasoras (ratas negras y gatos ferales) que alteren la ecología del lugar.

¿Qué se hizo en la fase 2?

A través de la entrega de los planes de acción en buenas prácticas sustentables de actividades acuáticas a los permisionarios, y mediante visitas personalizadas, se les explicó que el documento contiene sugerencias de los aspectos a mejorar en la prestación de sus servicios turísticos, tanto en el propio arrecife, como en su empresa. Entre ellas, un adecuado manejo de residuos sólidos y líquidos; cómo informar al visitante sobre el lugar al que se dirigirán y la importancia de visitar un área natural protegida; cómo elaborar bitácoras, encuestas de satisfacción, entre otras.

A los operadores turísticos también se les hicieron dos visitas para dialogar con ellos y saber qué buenas prácticas de su plan de acción estaban dispuestos a implementar y se programaron dos visitas de verificación, pero debido a la pandemia por la COVID-19, solo se concretó una, comenta Rosa María.

Visita de verificación a la empresa Caracola Tours, S. A. de C.V. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Maraí Tello, licenciada en administración turística, y Coordinadora del Programa Turismo Sustentable de Amigos de Sian Ka’an, quien colaboró en el desarrollo de la fase 2 de este proyecto, comenta que una de las satisfacciones de la visita de verificación que hicieron, fue haber visto cómo dos de los permisionarios recibían a los turistas y les entregaban información de buenas prácticas para que sacaran mejor provecho de su estadía en el área protegida de su interés, incluyendo mapas y folletos acerca de los sitios en los que realizarían las actividades de buceo y snorkel.

Material de difusión de buenas prácticas de bioseguridad insular que la empresa Caracola Tours ofrece a los visitantes de las islas de Banco Chinchorro. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Visita de verificación a la Cooperativa Turística Paraíso del Caribe S.C. de R.L. de C.V. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Para dar seguimiento al componente de capacitación, y debido a la pandemia, la comunicación se mantuvo con los permisionarios a través de vídeo-llamadas y mensajes de texto. Luego, se les entrenó en el uso de plataformas digitales y cuando estuvieron listos se desarrolló el programa de enseñanza “Capacitación para prestadores de servicios turísticos de actividades acuáticas en áreas naturales protegidas”. Dicho programa consistió en 26 horas de capacitación en cuatro temas principales: 1. Áreas Naturales Protegidas; 2. Arrecifes de coral en el Sistema Arrecifal Mesoamericano -Ecología, Valor, Amenazas, Conservación y Turismo Sustentable; 3. Biodiversidad y Especies Protegidas del Sistema Arrecifal Mesoamericano y 4. ¿Cómo renovar las experiencias turísticas ante el COVID-19?, señala Maraí.

Organizadores de la capacitación virtual que recibieron operadores turísticos del Caribe en México. Foto: Amigos de Sian Ka’an

La convocatoria fue abierta al público en general y de acuerdo con Maraí y Rosa María esto permitió la participación de prestadores de servicios turísticos que operan en seis áreas naturales protegidas (cuatro federales y dos estatales), lo cual enriqueció el intercambio de experiencias. “Hubo buena respuesta y de 47 inscritos, 31 culminaron satisfactoriamente la capacitación en los temas que se impartieron y obtuvieron una constancia avalada por Amigos de Sian Ka’an como Instituto Capacitador Externo ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social con número de registro ASK8606053X2-0013. Esta constancia permite que se reconozca laboralmente la profesionalización de trabajadores en áreas específicas”, relata Rosa María.

Participantes en la capacitación virtual efectuada en septiembre de 2020. Foto: Amigos de Sian Ka’an

“La pandemia facilitó la asistencia a este programa de capacitación, porque de haber sido presencial, quizás hubieran sido menos los participantes y difícilmente se habría tenido la colaboración de algunos expositores”, dice Maraí.

Además, las herramientas tecnológicas actuales permitieron que el entrenamiento fuera dinámico. Cada sesión estaba dividida en bloques: introducción y/o recapitulación; desarrollo, recesos y conclusiones. En cada reunión virtual también se hizo una evaluación inicial y otra final, comenta Maraí.

Otros aspectos positivos fueron que en el desarrollo del programa de capacitación se contó con la colaboración de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), a través de las Direcciones de la Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano, de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro y del Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, así como de la organización Coral Reef Alliance (CORAL).

Seguimiento al tema de bioseguridad

En la fase 1 del proyecto, como parte del componente de bioseguridad, se promovió la implementación de medidas del Protocolo de Bioseguridad Insular para la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro[1] para evitar el ingreso de fauna feral a esta área natural protegida y se colocaron en puntos estratégicos, en las islas y en continente, cajas con rodenticida (cebaderos) como cerco preventivo para el control de los roedores.

Banco Chinchorro, además de ser la reserva arrecifal más grande del Caribe en México, tiene islas que son sitios importantes para la conservación de las aves migratorias y otras endémicas que antes estaban siendo muy afectadas con la presencia de los roedores invasores.

En la fase 2, con el apoyo de los guardaparques de Chinchorro, se instalaron más cebaderos.

[1] https://drive.google.com/file/d/1sL29yEoTl9cHng1gaXoQs9da5-4tYqua/view

Preparación de cajas con pastillas de rodenticida para cebar a ratas y evitar su ingreso a las islas de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Participantes de un taller de bioseguridad impartido previo a la pandemia por la COVID-19. Foto: Amigos de Sian Ka’an

Guardaparque de Banco Chinchorro entrega a los Operadores turísticos y a los visitantes información impresa sobre cómo prevenir el ingreso de animales exóticos invasores a las islas de esta área natural protegida. Foto: Amigos de Sian Ka’an

¿Qué hace falta?

Rosa María explica que debido a la pandemia hay un retraso en la producción de una Guía de especies que habitan de la Cuenca al Arrecife y de buenas prácticas de turismo.

Sin embargo, Amigos de Sian Ka’an junto con guardaparques trabajan al máximo en el diseño gráfico de esta Guía, y consideran que será un material de difusión y apoyo útil para los guías de turistas de las áreas naturales protegidas del proyecto.

Es así como paso a paso y trabajando en equipo se está logrando que, tanto permisionarios como visitantes del Caribe mexicano, efectúen las buenas prácticas turísticas que les permitirán disfrutar de manera sostenible y a largo plazo, de los servicios y beneficios que ofrecen las áreas naturales protegidas del Sistema Arrecifal Mesoamericano en México.

¡El primer lugar de nuestro concurso fotográfico es para México!

MAR FundNoticias SAM11 diciembre, 20202
Primer lugar: Niños presentan teatro guiñol en el Santuario del Manatí, México Foto: Mateo Sabido Itzá

Por Lucy Calderón

Con 235 votos de nuestros seguidores en redes sociales, la fotografía Conservando para el presente, de Mateo Sabido Itzá, obtuvo el primer lugar del concurso fotográfico: “15 años de conservación en el SAM”.

La imagen ilustra la presentación del teatro guiñol de niños de la localidad de Raudales, en el Santuario del Manatí, Bahía de Chetumal, México. Este teatro se llevó a cabo como parte de las actividades que promovió el Proyecto Conservación de Recursos Marinos en Centro América, Fase II en 2019. Este proyecto, impulsado por el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Fondo SAM), contó con el apoyo de la Cooperación alemana a través del KfW.

Segundo lugar: Barracuda nadando tranquilamente en el arrecife guatemalteco. Foto: Sergio David Hernández

La fotografía Barracuda en Monitoreo ECOME 8, de Sergio David Hernández Gómez, obtuvo el segundo lugar del certamen con 132 votos.

El octavo Ejercicio de Conectividad en el Mesoamericano (ECOME) para Punta de Manabique, en Izabal, Guatemala, contó con el apoyo financiero del Fondo SAM, a través de su Programa de Pequeñas Donaciones. Hernández capturó la imagen de la barracuda en marzo de 2019, en Cabo Tres Puntas, en el sitio llamado Piedra de la Barracuda.

El tercer lugar fue para French Angelfish on the Reef, de Ana Giró Petersen, con 61 votos. Esta imagen de dos peces ángel nadando en Corona Caimán fue capturada durante un monitoreo de exploración en la porción guatemalteca de este arrecife.

Tercer lugar: Peces ángel que habitan el arrecife guatemalteco. Foto: Ana Giró

Los premios que recibirán

El primer lugar se hizo acreedor a una cámara fotográfica GoPro Hero 8 Bundle, US$200 en efectivo y certificado de participación.

El segundo lugar obtendrá US$300 más certificado de participación, y el tercer lugar, US$250 y certificado de participación. ¡Felicitaciones a los ganadores!

Calendario 2021

Todas las fotografías participantes serán incluidas en nuestro calendario 2021 con el objetivo de recordar y dar a conocer el trabajo maravilloso y el gran impacto que ustedes, nuestros socios, han tenido en la conservación del Arrecife Mesoamericano.

Para ver las fotografías participantes visitar el siguiente link – clic aquí

Agradecemos a todos los concursantes por su entusiasmo y apoyo a las actividades que promueve el Fondo SAM para comunicar la importancia del Arrecife Mesoamericano.

Activan en México Fondo de Emergencia para la atención de corales dañados por tormentas y huracanes

MAR FundMéxico, Noticias SAM, Victorias20 noviembre, 20204
Restauración de Arrecifes de Limones y Bocana, Puerto Morelos. Foto: María del Carmen García

El Fondo de Emergencia o instrumento financiero establecido para atender y reparar el daño que situaciones de emergencia o desastre ocasionen al Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), aportó en octubre US$15,950 para la atención primaria y secundaria de los corales afectados en Puerto Morelos, México, tras el reciente paso de la tormenta tropical Gamma y el huracán Delta.

Según explica Claudia Ruiz, coordinadora de la Iniciativa Mesoamericana de Rescate de Arrecifes (RRI, en inglés), de MAR Fund, a través de la cual se implementa el Fondo de Emergencia, por medio de este se proporcionó a Amigos de Contoy, A.C., los recursos financieros para agilizar la respuesta ante los impactos de los citados fenómenos naturales.

María del Carmen García, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y brigadista para el Parque Nacional de Puerto Morelos, agrega que las colonias arrecifales que resultaron con más daños en varios sitios de dicho parque pertenecen al género Acropora.

Sin embargo, con los fondos recibidos, los grupos locales de respuesta -también conocidos como brigadas de emergencia-, han podido limpiar y remover escombros (atención primaria), así como recolectar y cementar los fragmentos de corales que quedaron dispersos tras el paso de los huracanes (atención secundaria).

Las tareas tanto de la atención primaria como secundaria que requieren las colonias arrecifales fragmentadas en Limones, Bocana y Cachaté en Puerto Morelos, Quintana Roo, las llevan a cabo desde el 16 de octubre, dos brigadas de emergencia integradas por ocho personas cada una.

Las acciones en esos sitios se han realizado según lo establecido en el Plan de Respuesta para la zona, así como en el Protocolo de Alerta Temprana y Respuesta Post Tormenta elaborado por The Nature Conservancy (TNC) para las costas de Quintana Roo, el cual es replicado por MAR Fund en el resto de los países que abarca el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM).

Ruiz añade que los trabajos de los grupos locales de respuesta se extenderán hasta el 15 de diciembre de 2020.

Huracán Delta. Foto: Lauren Dauphin/Observatorio de la Tierra de la NASA

 

Acerca de RRI
La RRI es implementada en el SAM en colaboración con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD). Se rige por un Comité Técnico de Proyecto (CTP) y cuenta con la participación de los cuatro países que comparten el SAM: México, Belice, Guatemala y Honduras. Además, esta iniciativa es posible gracias al generoso apoyo de Cooperación Alemana a través del KfW vía un fondo patrimonial de €7 millones.

Conoce los retos de administrar un refugio biodiverso

MAR FundGuatemala, Noticias SAM, Victorias3 noviembre, 20204
Vista de la ensenada Lagartos, situada en el humedal Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic (RVSBP). Foto: Fundación Defensores de la Naturaleza

Por Lucy Calderón

Incluido en el Convenio sobre los Humedales de Importancia Internacional (Convención RAMSAR), el Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic (RVSBP) es un sitio protegido de 20,760 hectáreas (207.6 km2), situado en Izabal, Guatemala.

Mapa de ubicación de la RVSBP

Mapa de zonificación del RVSBP

La vida silvestre en el humedal es abundante, con significativo número de especies de aves y poblaciones de mamíferos, reptiles, anfibios y peces. Además, en esta reserva se reporta la mayor cantidad de manatíes, de monos aulladores y de nutrias para Guatemala, indica en su página electrónica, la Fundación Defensores de la Naturaleza, organización que lo coadministra desde 1996.

 

Patos coche -también conocidos como malaches o cormoranes (Phalacrocorax brasilianus)-, descansan en la barra del río Oscuro, situado en el humedal RVSBP. Foto: Nery Jurado/Fundación Defensores de la Naturaleza

Asimismo, unas 5,500 personas del grupo étnico maya Q’eqchi’ de ocho comunidades que viven en el área de influencia del RSVBP, consiguen beneficios directos, obtenidos gracias a la calidad del ambiente donde viven, el agua, los productos de la pesca y las tierras fértiles que les proporcionan leña y materias primas.

 

Un niño, de la comunidad de Bocancha, muestra un pez conocido como machaca (Brycon guatemalensis) el cual atrapó en el río Zuncal. Foto: Luis Barrientos/Fundación Defensores de la Naturaleza

Por si fuera poco, este humedal reduce significativamente, desde el río Dulce al mar Caribe -incluyendo el lago de Izabal y el Arrecife Mesoamericano-, los impactos de actividades humanas tales como: contaminación por residuos líquidos y sólidos, ganadería, minería y agricultura a gran escala y de pequeños poseedores de tierras.

 

Rodal de zapotón (Pachira acuatica) crece en el río Zuncal. Foto: Fundación Defensores de la Naturaleza

Ante su dimensión, retos y áreas de oportunidad, manejar un sitio como este, no es fácil. Se requiere capital humano y financiero. Por eso, con el objetivo de obtener fondos para actualizar tres instrumentos de planificación esenciales para su coadministración, la Fundación Defensores de La Naturaleza participó en la décima convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Fondo SAM) y resultó ganador.

“Fortalecimiento de la planificación estratégica y de la gestión financiera del área protegida Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic” es el nombre del proyecto con el cual la citada fundación recibió apoyo del Fondo SAM y actualizó la ficha RAMSAR, el Plan Maestro y el Plan Financiero del RVSBP.

De acuerdo con la bióloga Heidy García de la Vega, quien fue directora de este refugio por 15 años, la importancia de actualizar la ficha RAMSAR radica en tener datos recientes de la biodiversidad del lugar, que permitan seguir demostrando su valor natural y en consecuencia incrementar la posibilidad de conseguir el apoyo humano y económico necesario para su conservación.

“Guatemala es uno de los países signatarios de la Convención RAMSAR, un reconocimiento de que nuestro territorio tiene un valor más allá de lo local y cumple una función ecológica, biológica y social que trasciende fronteras. Por ejemplo, el Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic es un área de descanso y anidación para aves migratorias, por lo que, si este desapareciera, se afectaría la conservación de las especies que lo visitan -es decir-, la repercusión no sería solo a nivel nacional sino global”, indica Heidy.

 

Cormoranes que alzan el vuelo en el río Oscuro de la RVSBP. Foto: Nery Jurado/Defensores de la Naturaleza

Proteger este sitio también es vital para preservar los manatíes que habitan Guatemala y Honduras y para que pueda seguir cumpliendo -aunque no es el fin último- con la filtración de los contaminantes líquidos y la retención de los desechos sólidos causados por las actividades humanas antes descritas. Si todos esos residuos líquidos y sólidos llegaran en su totalidad al mar Caribe, impactarían de manera inminente al Sistema Arrecifal Mesoamericano, explica la bióloga.

De ahí que, con el apoyo financiero del Fondo SAM, se actualizaron los listados de las aves y mamíferos que viven en el refugio (información clave para la ficha RAMSAR y el plan maestro) y se hicieron diagnósticos rápidos de 16 comunidades para conocer cuándo fueron constituidas, su demografía, sus actividades productivas y su historia.

 

Pájaro de siete colores (Passerina ciris). Foto: Nery Jurado/Fundación Defensores de la Naturaleza

Reinita alidorada (Vermivora chrysoptera). Foto: Nery Jurado/Defensores de la Naturaleza

También se actualizó un inventario de los anfibios y reptiles que habitan el lugar y se generó una base de datos unificada, con información social, biológica y ecológica, la cual está disponible para quien quiera consultarla en la institución. La ficha RAMSAR actualizada ya se entregó al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), entidad responsable de enviarla a la Convención RAMSAR, comenta Heidy.

Trabajar en la dirección correcta

“El Plan Maestro es el instrumento de planificación técnica y financiera que rige al área protegida. Es la guía en la que los usuarios pueden encontrar y conocer qué tipo de actividades están permitidas. También sirve a los administradores para identificar las amenazas del sitio, los elementos de conservación a los cuales deben dirigir los esfuerzos y lo mejor es que en nuestro caso es una planificación participativa”, asegura Heidy.

“La Fundación Defensores de la Naturaleza no redacta este plan a su antojo y conveniencia, hay todo un proceso metodológico establecido que permite a las comunidades y a quienes trabajan en el territorio, brindar su opinión. Esto a su vez, hace que las actividades autorizadas sean más acertadas y que en determinado momento puedan ser apoyadas y acuerpadas por todos los involucrados, tanto a nivel comunitario como institucional”, añade.

¿Cuántos fondos se necesitan para administrar un área protegida?

Árboles denominados “pioneros”: Sauce (Salix humboldtiana) y Pitos (Erythrina glauca) crecen a orillas del río Polochic. Foto: Fundación Defensores de la Naturaleza

Según explica Heidy, para administrar y conservar un sitio natural protegido como el RSVBP se requieren aproximadamente Q1.2 millones al año.

Por eso es importante tener un plan financiero. Este instrumento posibilita identificar las fuentes de recursos -las cuales pueden ser públicas, privadas, municipales e internacionales- para obtenerlos.

La Fundación Defensores de la Naturaleza utilizó la herramienta MARFin para obtener un análisis de la recaudación necesaria y/o del presupuesto disponible para el RVSBP en los últimos cinco años. Se determinó que para un escenario ideal la organización debería recaudar Q2 millones por año para el área; Q1.8 para un escenario regular, y Q1.6 para uno pesimista.

Sin embargo, debido a que cuando hicieron este análisis no había pandemia, Heidy considera que la situación que afrontarán será difícil y tendrán que modificar algunas de las estrategias que tenían planificadas.

“Tenemos que ser creativos para identificar las estrategias verdes de conservación a ejecutar y que podrían atraer la atención de los donantes. También debemos ser habilidosos para efectuar nuevas propuestas de desarrollo comunitario vinculadas a la temática ambiental y que contribuyan a satisfacer las nuevas necesidades que la pandemia haya desencadenado”, dice la profesional.

¿Cuáles son los desafíos que sacó a luz la pandemia?

Según Heidy, la pandemia hizo más sensible la pobreza y visibles los problemas y carencias que ya existían. “Con la pérdida de empleos es muy probable que las personas vuelvan a subsistir haciendo uso de la naturaleza y si sus prácticas no estaban basadas en la sostenibilidad, volverán a la tala y pesca ilegal, o a querer abarcar más áreas de bosque para cultivar. Al agudizarse las necesidades básicas de trabajo, salud, alimento y educación, el reto estará en apoyar a las comunidades para que cambien los patrones de comportamiento que afecten la biodiversidad”.

Luis Gonzalo Barrientos Rey, ingeniero ambiental y actual director del Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic, añade que muchas personas de las comunidades asentadas en el área de influencia del sitio están regresando a ellas, porque no hay trabajo.

No obstante, dice Luis, existe la oportunidad de comenzar a trabajar con ellos los conceptos de adaptación y resiliencia. “Estuve conversando con líderes comunitarios del municipio de El Estor y les hablé de no solo pedir o ejecutar obras grises, sino proyectos productivos que involucren a mujeres y jóvenes, porque las nuevas generaciones están demandando espacio físico para construir sus casas o para trabajar. Entonces hay que perfilar actividades sostenibles que eviten el uso indiscriminado de los servicios ambientales que ofrece la biodiversidad del refugio y también empezar a promover el tema de la gestión de riesgos”.

Algo positivo de esa reunión con el consejo municipal, comenta Luis, es la sorprendente respuesta de los Consejos Comunitarios de Desarrollo, cuyos líderes se mostraron anuentes a participar en pro de la conservación y el bienestar común.

¿A qué elementos de conservación del RVSBP deben dirigirse las tareas de protección?

El RVSPB enfrenta muy altas amenazas tales como la agroindustria, el aumento demográfico y la deforestación. Sus amenazas altas son las descargas residuales, los incendios forestales, la minería, las ocupaciones de terrenos y la sobrepesca. Y otros desafíos los constituyen la ganadería (amenaza media), la cacería y la expansión de especies exóticas invasoras (amenazas bajas), explica Heidy.

Por lo tanto, añade la bióloga, el esfuerzo deberá ser enfocado a los corredores biológicos, a los bosques, a los cuerpos de agua, a las especies emblemáticas de animales como los manatíes, monos aulladores, lagartos y tortugas. Asimismo, a incentivar el desarrollo de medios de vida sostenibles que permitan hacer uso racional de las especies de plantas que crecen en el lugar y que brindan leña, seguridad alimentaria y nutricional, así como ingresos económicos a las comunidades.

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