Reporte de Salud del Arrecife Mesoamericano 2024
Foto: Henry Brown
El 29 de octubre, Healthy Reefs for Healthy People lanzó el Reporte de Salud del Arrecife Mesoamericano 2024 , una evaluación crucial que se presenta simultáneamente en México, Belice, Guatemala y Honduras. En esta ocasión, también estuvo presente en la COP16 en Colombia.
En Guatemala, se formó una mesa principal que destacó la importancia de las acciones y el cumplimiento de la política pública. Se subrayó el papel vital de las mesas técnicas territoriales para avanzar en una mayor colaboración entre organizaciones públicas, ONGs, el sector privado, la comunidad y el liderazgo de mujeres, así como la valiosa contribución de la academia en la generación de datos y el trabajo conjunto.
Se han logrado mejoras significativas en algunos indicadores 📈, pero también enfrentamos grandes retos para avanzar en nuestra misión compartida.
Comunicado de Prensa:
Un atisbo de buenas noticias del Arrecife Mesoamericano, ya que la salud del arrecife mejoró por primera vez en cinco años, aunque la calificación general sigue siendo “mala”.
El Reporte de Salud del Arrecife Mesoamericano 2024 fue publicado hoy por Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRHP, por sus siglas en inglés), en colaboración con más de 70 organizaciones dedicadas a la conservación del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) en México, Belice, Guatemala y Honduras, que en conjunto forman la Iniciativa Arrecifes Saludables (HRI, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa regional proporciona datos sólidos y útiles, promoviendo alianzas que permiten la gestión basada en los ecosistemas y la conservación adaptativa del Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Para este Reporte contamos con un total de 99 recolectores de datos de 41 organizaciones dedicadas al monitoreo de AGRRA. Desde 2008, estos Reportes de la Salud del Arrecife han dado seguimiento a los indicadores de la salud de los arrecifes a lo largo del tiempo: cobertura de coral vivo, cobertura de macroalgas carnosas, biomasa de especies clave de peces herbívoros y comerciales. El monitoreo colaborativo utiliza métodos estandarizados y datos de cientos de sitios para proporcionar un análisis integral.
La salud de los arrecifes se puede evaluar para cada indicador o para el Índice de Salud Arrecifal integrado, que considera por igual los cuatro indicadores. Las evaluaciones se pueden considerar a escala de sitio, subregión, país o del Arrecife Mesoamericano completo.
Las conclusiones del reporte de 2024 ofrecen una mezcla de esperanza y urgencia; a pesar de algunas mejoras, la salud general del sistema de arrecifes es frágil y enfrenta amenazas crecientes. La salud del Arrecife Mesoamericano sigue siendo motivo de preocupación, ya que la mayoría de los 286 sitios monitoreados se encuentran en malas condiciones (39%) o críticas (23%). Sin embargo, los sitios en condiciones regulares y buenas han mejorado, aumentando del 20% al 28% y del 5% al 9% respectivamente. En las 18 subregiones, hubo más mejoras que deterioros, pero ninguna está clasificada actualmente como en buenas condiciones y dos se consideran críticas.
Principales hallazgos:
– La salud de los corales: Se ha visto gravemente afectada por los brotes de enfermedades y el blanqueamiento, que han reducido la cobertura de coral del 19% al 17%. Resulta alarmante que la mortalidad haya continuado incluso después de que concluyeran los monitoreos. El blanqueamiento de 2023 fue el más grave registrado, ya que aproximadamente el 40% de los corales se vieron gravemente afectados y se observó una mortalidad significativa en varios sitios emblemáticos de los arrecifes.
– Poblaciones de peces: Como aspecto positivo, la biomasa de peces comerciales aumentó un 40%, en gran medida debido a medidas de cumplimiento más estrictas. La biomasa de peces herbívoros también experimentó un aumento del 30%, aunque cabe señalar que 9 de cada 10 peces loro siguen midiendo menos de 30 cm y las especies con mayor potencial herbívoro siguen siendo poco comunes. La población de especies de peces más grandes, como los pargos y los meros, sigue siendo preocupante, ya que el 67% de los pargos y el 78% de los meros son inmaduros. Esto pone en evidencia la necesidad de más regulaciones pesqueras e iniciativas de gestión pesquera dirigidas por la comunidad para permitir que las especies comerciales alcancen la madurez y repongan las poblaciones.
– Gestión: Las estadísticas de las áreas marinas protegidas (AMP) han mostrado pocos cambios, en particular en lo que respecta al porcentaje de las que gozan de protección total. Sin embargo, una aplicación más estricta de las normas parece haber dado lugar a una mayor biomasa de peces en las zonas totalmente protegidas y altamente protegidas. Para proteger aún más los ecosistemas marinos, es fundamental establecer límites basados en la ciencia sobre el tamaño, la captura y los esfuerzos de pesca, y al mismo tiempo lograr el objetivo de designar el 20% del mar como zonas totalmente protegidas. La participación activa de los pescadores en la gestión pesquera, junto con el apoyo económico y la formación de transición, es esencial para alcanzar estos objetivos.
– Preocupaciones sobre la calidad del agua: Los altos niveles de nutrientes, particularmente en la región sur, y las concentraciones inaceptables de patógenos de las aguas residuales de origen humano siguen poniendo en peligro la salud de los arrecifes. Se necesitan inversiones tanto del gobierno como del sector privado para implementar el tratamiento terciario de las aguas residuales con sistemas de gestión eficaces y para hacer cumplir las regulaciones nacionales alineadas con los estándares de calidad del agua de la Convención de Cartagena. Es necesario definir las capacidades de carga turística en las zonas costeras, y el Arrecife Mesoamericano debería ser declarado Área Marina Particularmente Sensible (AMPS) para asegurar su protección a largo plazo.
La Dra. Melanie McField, directora de HRHP, expresa la necesidad de una intervención inmediata: “El Arrecife Mesoamericano se encuentra en una coyuntura crítica. Si bien celebramos cualquier aumento en las poblaciones de peces y una mejor aplicación en las AMP, debemos reconocer y abordar las causas fundamentales más desafiantes del deterioro de los corales. La contaminación (incluidos los gases de efecto invernadero), el desarrollo costero y los niveles insostenibles de pesca están erosionando los procesos ecológicos que mantienen la biodiversidad y el funcionamiento de los arrecifes. No se trata solo de una cuestión de conservación; es una cuestión de asegurar los medios de vida, la seguridad alimentaria y la protección costera natural de millones de personas que dependen del Arrecife Mesoamericano”.
A nivel nacional, Quintana Roo, México, enfrenta arrecifes dominados por macroalgas carnosas (20%), algas tuf (30%) y un aumento de cianobacterias (5%) debido al aumento de las temperaturas y la disminución de la calidad del agua. La escasez de peces grandes, críticos para la reproducción, la reposición y el forrajeo efectivo, es alarmante. Con el aumento continuo de proyectos de desarrollo a gran escala, los ecosistemas marinos de Quintana Roo están bajo una inmensa presión y estrés.
La M. en C. Mélina Soto, Coordinadora de HRHP México, destaca que: “El deterioro de Cozumel, de los últimos faros de esperanza con Banco Chinchorro, fue el más severo de toda la región, de ‘Bueno’ a ‘Regular’: es un duro recordatorio de los desafíos que enfrentan los arrecifes de coral de Quintana Roo. A pesar de algunas ganancias en la biomasa de peces, la cobertura de coral sigue bajando de manera crítica y el aumento de macroalgas y cianobacterias amenaza la resiliencia de nuestros arrecifes. Se necesitan urgentemente esfuerzos coordinados de gestión y restauración para proteger estos ecosistemas.”
En Belice, el aumento de las medidas de control ha dado lugar a una mayor presencia de patrullas y a un mayor efecto disuasorio contra las actividades ilegales. El control es solo uno de los cinco pilares fundamentales necesarios para lograr la sostenibilidad, junto con el cumplimiento, la voluntad política, la educación y la financiación. Con el apoyo público y una gestión adecuada, estas medidas pueden sentar las bases de la resiliencia, con el objetivo de proteger el 30% del espacio oceánico para 2030, con el apoyo de una financiación sostenida.
El M. en C. Raphael Martinez, Coordinador de HRHP Belice, destaca que: “Durante los últimos ocho años, el Índice de Salud Arrecifal de Belice ha fluctuado entre ‘regular’ (antes del COVID) y ‘malo’ (después de la pandemia de COVID). Actualmente, con una puntuación de 2.5 sobre 5, sigue en la categoría de ‘malo’, pero está siguiendo la dirección correcta. Cabe destacar que hemos visto aumentos en la biomasa de peces herbívoros y en la biomasa de peces comerciales. Sin embargo, los impactos antropogénicos y relacionados con el cambio climático, como la contaminación y el calentamiento de los mares, siguen contribuyendo a la disminución de la cobertura de coral y a la mayor amenaza de la proliferación de macroalgas. Para abordar estos desafíos, es fundamental que coordinemos esfuerzos en todos los sectores para mejorar la salud de los arrecifes y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema de arrecifes de Belice.”
El Índice de Salud Arrecifal de Guatemala ha mejorado más, de 1.8 a 2.3 (sobre un total de 5), principalmente debido a que se mantiene una cobertura coralina “buena”, un aumento de los peces herbívoros y una reducción de las macroalgas, aunque el arrecife sigue en condiciones “malas” en general. La pesca no sostenible contribuye al continuo estado “crítico” de la biomasa de peces comerciales, a pesar de que la cobertura coralina se encuentra en “buenas” condiciones.
La M. en C. Ana Giró, Coordinadora de HRHP Guatemala, señala: “Guatemala ha logrado un aumento en la biomasa de peces herbívoros y una reducción en la cobertura de macroalgas. Sin embargo, para mantener este avance y mejorar la salud de los arrecifes, es urgente mejorar la calidad del agua mediante una mejor gestión de aguas residuales
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