El bienestar de los ecosistemas insulares requiere el manejo de las especies exóticas invasoras
Charranes y una garceta tricolor descansan en la Laguna X’tacún de la Isla Cozumel, en Quintana Roo. Foto: Lucy Calderón
Por Lucy Calderón
Considerados entre los sitios más ricos en cantidad y diversidad de especies de animales y plantas que los habitan -muchas de las cuales solo ahí pueden encontrarse por ser endémicas-, los sistemas insulares mexicanos o superficies naturales de tierra rodeadas de agua, tienen un incalculable valor ecológico que los hace merecedores de protección contra los daños que les ocasionan las especies exóticas invasoras.
Precisamente con el fin de adoptar medidas específicas para la prevención y detección oportuna del arribo de fauna y flora exótica que afecta la biodiversidad nativa de un territorio, el Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C. (GECI) participó en la décima convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Fondo SAM) y resultó ganador para ejecutar el proyecto “Formulación Participativa del Protocolo de Bioseguridad de Isla Cozumel”.
GECI es una asociación civil mexicana dedicada a la restauración ecológica y la conservación del territorio insular de su país de origen. Tiene más de 20 años de trayectoria y cuenta con una amplia colaboración de profesionales e instituciones nacionales e internacionales. Sus oficinas centrales están ubicadas en Ensenada, Baja California y, aunque sus miembros han trabajado en la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecife Alacranes, fue gracias al apoyo del Fondo SAM que concretaron la posibilidad de incursionar en Isla Cozumel, situada frente a la costa del Estado de Quintana Roo.
Con los recursos que GECI recibió del Fondo SAM, y en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de Cozumel (2016-2018), la Subsecretaría Técnica de Desarrollo Sustentable de la Subdirección de Ecología, así como con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), responsable del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel y Área de Protección de Flora y Fauna Isla Cozumel, efectuaron la formulación participativa del protocolo de bioseguridad de esa isla. La integración del documento contó con el respaldo y consenso de los diversos sectores de la isla. Ahora solo queda pendiente que su implementación sea obligatoria.
De izq. a derecha: Guadalupe Díaz, Mariam Latofski Robles, María del Mar Garciadiego San Juan, Lizbeth Lara integrantes de GECI. Foto cortesía: GECI
Para conocer más sobre este proyecto, impulsado por el Fondo SAM, en el Arrecife Mesoamericano, conversamos con Mariam Latofski Robles y María del Mar Garciadiego San Juan, directora de desarrollo y coordinadora de proyectos de bioseguridad, en GECI, respectivamente.
¿Qué motivó a los integrantes de GECI a participar en el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo SAM?
Mariam: La Subsecretaría Técnica del Ayuntamiento de Cozumel -que conoce nuestro trabajo- nos contactó porque tenían el interés de trabajar la bioseguridad y restauración ecológica en su isla. Ellos conocían de la convocatoria del Fondo SAM y nos motivaron a que enviáramos nuestra propuesta.
¿Para cubrir qué rubros de su proyecto les fue útil el financiamiento obtenido del Fondo SAM?
Mariam: El financiamiento sirvió para organizar talleres de capacitación e información, reuniones y visitas a los actores clave de la isla. A través de los talleres identificamos los puntos críticos por donde pudiera darse una posible incursión de una especie exótica invasora; y después nuestro equipo iba a los sitios y hacía más entrevistas a las personas que los administran, como el aeropuerto o el puerto. De esta manera determinamos los riesgos de introducción de las especies invasoras y las medidas de prevención más adecuadas para ser implementadas por los diversos actores.
María del Mar: Parte de los fondos también los usamos para difundir material de comunicación sobre el proyecto y el protocolo de bioseguridad, porque siempre hay que mantener informadas a las personas de lo que se está haciendo. La educación ambiental es indispensable para la implementación de programas de bioseguridad, ya que representa un cambio en los hábitos para todos los que visitamos la isla. Además, el manejo de las especies invasoras siempre ha sido un tema controversial, porque a pesar de que se conozcan los daños que las especies ocasionan a todos los habitantes de la isla (personas, animales y plantas), no se tiene información suficiente sobre cómo proceder o llega a haber oposición, sobre todo con el manejo de especies próximas al humano como perros y gatos. Hay quienes se reúsan a adoptar medidas de prevención y adaptación o no saben cómo actuar al respecto.
Presentación del proyecto “Formulación Participativa del Protocolo de Bioseguridad de Isla Cozumel” a actores clave. Foto cortesía: GECI
Taller realizado con la Cooperativa pesquera de Isla Cozumel. Foto cortesía: GECI
Asistentes al taller participativo con autoridades del aeropuerto, muelles y navieras de Cozumel. Foto cortesía: GECI
Taller participativo con prestadores de servicios turísticos. Foto cortesía: GECI
¿Qué significa adoptar medidas de bioseguridad en una isla?
Mariam: El conjunto de medidas que se toman para proteger a los ecosistemas insulares se llama bioseguridad insular. Se trata de un tema amplio, porque abarca desde políticas públicas, hasta las medidas que todos los habitantes del sitio deben adoptar para prevenir la llegada de especies exóticas invasoras y preservar la biodiversidad local.
Tanto la concreción de políticas públicas, como trabajar con personas a través de educación ambiental constituyen dos retos diferentes, que requieren procesos largos y complejos.
¿Fue entonces difícil elaborar el protocolo de bioseguridad para Isla Cozumel?
María del Mar: Las asociaciones civiles como GECI cumplimos con la función de facilitar procesos, actuamos como intermediarios. En este caso, mediamos entre el Ayuntamiento y los distintos sectores de esta isla -que es la más poblada de México-, para determinar cuáles son las medidas de bioseguridad más apropiadas que se deben llevar a la práctica.
Sin embargo, hablar de protocolos de bioseguridad en México es algo reciente. Y aunque nuestra organización tiene más de dos décadas de trayectoria y hemos participado en la mayoría de los proyectos de restauración ecológica en islas del país, estábamos enfocándonos en responder a un problema existente, es decir, la presencia de animales invasores. No obstante, a través de los años, ese enfoque se ha vuelto más proactivo y, en la actualidad, incluye evitar la llegada de más especies exóticas. Por tal razón, estamos tratando de construir los protocolos de bioseguridad de manera social y participativa, para buscar que sea un tema del que se apropien las comunidades y al que se le dé más prioridad.
Mariam: La gran fortuna de este proyecto es que se realizó de forma participativa. Los cozumeleños se preocupan por su isla, por lo que hubo interés y participación de muchas empresas, asociaciones e instituciones de gobierno, así como de la academia y la comunidad, en los talleres que impartimos. Además, aunque por falta de tiempo y recursos económicos el protocolo no se pudo implementar, varios de los asistentes a las charlas que organizamos nos han expresado su intención de llevar a la práctica lo que les sea posible, y lo harán de forma voluntaria, porque el documento aún no es de cumplimiento obligatorio.
¿Cuáles son las especies exóticas más dañinas que hay en Isla Cozumel?
Mariam: Entre las especies más dañinas que hay en la isla están los gatos, las ratas, el cerdo vietamita, las boas, la casuarina y el pez león. Y sus impactos en la salud humana y animal, así como en la economía son grandes. Por ejemplo, las ratas comen de todo. Son capaces de acabar con frutos, semillas, huevos, aves, reptiles, insectos, entre otros. Nada las detiene. También pueden soportar rangos amplios de temperatura, se adaptan rápidamente a cualquier ecosistema y por eso son tan exitosas para sobrevivir. Su estrategia reproductiva las ayuda. Se sabe que con una rata preñada que llegue a una isla, en un año puede haber cinco mil.
Para conocer la lista de especies exóticas invasoras en Cozumel puede descargar este PDF.
¿Qué tan fácil o complicado es efectuar el manejo de especies invasoras?
María del Mar: Cozumel es la isla con más especies invasoras en México y es uno de los casos más complejos de abordar, porque también es la isla con el mayor número de habitantes y visitas de turistas nacionales y extranjeros por año. Esto hace que la ruta de introducción de especies dañinas sea muy amplia.
Mariam: Las islas son de gran importancia por su rica biodiversidad y endemismo. Además, son más vulnerables a la llegada de especies exóticas invasoras porque las especies nativas, al no haberse enfrentado nunca en su historia evolutiva a las exóticas, no tienen mecanismos para defenderse de ellas. Y las exóticas, que se caracterizan por ser excelentes depredadoras, de fácil adaptación a entornos y situaciones, y alimentarse de lo que sea, disminuyen o acaban rápidamente con las poblaciones de especies locales, endémicas o no, las cuales son bastante frágiles. Otro impacto negativo de la presencia de las especies exóticas es que transmiten enfermedades tanto a otros animales como a las personas.
El punto a favor de las islas es que, al ser ecosistemas cerrados, se puede trabajar en ellas y erradicar o controlar a las especies invasoras que las estén habitando, pero previamente hay que asegurarse de que no habrá una reintroducción, esa es la importancia de la bioseguridad. Así aseguramos que el retorno de inversión en las acciones de restauración sea alto. Lo que hace falta son los recursos para implementar las medidas.
¿Cómo piensan lograr la implementación del protocolo de bioseguridad?
Mariam: Hemos estado solicitando financiamiento a diversas organizaciones para obtener los recursos que se requieren. Mientras tanto, le dejamos una copia del protocolo de bioseguridad de Isla Cozumel a todos los participantes y al Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal, que se encarga de velar porque algunos proyectos tengan seguimiento, a pesar del cambio de autoridades locales. Algo positivo es que el tema sí les interesó a los integrantes de los 13 sectores que participaron en nuestros talleres, entonces consideramos que no lo dejarán en el olvido.
María del Mar: Hubo apropiación del proyecto por parte de las casi 60 personas que participaron en el proceso de elaboración del protocolo, incluida la gente del Ayuntamiento. Además, los habitantes de Cozumel tienen sentido de identidad y orgullo de su territorio, por lo que tenemos la confianza de que contribuirán a lograr la implementación del protocolo de bioseguridad.