Proyecto apícola mejora la vida de varias familias de la aldea Corozal en Roatán, Honduras
Juana Flores, vicepresidenta de la Asociación de Apicultores de Corozal (APICOR), en Roatán Honduras, exhibe los productos a base de miel de abeja que elaboran en la asociación. Foto: APICOR
Por Lucy Calderón
Cuando la señora Juana Carolina Flores Lobo, vecina de la aldea Corozal, situada en la isla de Roatán, Honduras, escuchó la propuesta de aprender a trabajar con abejas para producir miel y así obtener un ulterior ingreso para su familia, no lo pensó dos veces y se anotó.
Desde ese día en 2014, Juanita -como la llaman con cariño quienes la conocen- no se arrepiente. “La apicultura es lo máximo. No solo ofrece un sustento económico a quienes la practicamos, sino también le da vida al planeta”, asegura con total convencimiento.
¿Cómo surge el emprendimiento apícola?
En 2013, integrantes del Parque Marino de Roatán (Roatan Marine Park – RMP) con apoyo del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, por sus siglas en inglés) a través del proyecto Conservación de Recursos Marinos en Centroamérica, Fase I, presentaron el proyecto apícola -como alternativa económica-, a los pescadores de Corozal, pueblo en el cual la mayoría de las personas (70%) vive de la pesca y captura de langosta y caracol, mientras el resto (30%) vive de la agricultura.
Según relata Juanita, los pescadores, emocionados y muy contentos por esta oportunidad, pensaron que tendrían un ingreso inmediato y semanal. Sin embargo, todo emprendimiento necesita paciencia, tiempo y dedicación y, al darse cuenta de que los resultados no daban ganancia como esperaban, se desilusionaron y el proyecto no cuajó.
Entonces, debido a que se contaba con cuatro colmenas y con un estudio de viabilidad y de mercado que indicaba la factibilidad de impulsar la iniciativa y darles seguimiento a las actividades iniciadas en 2013, en 2014 se procedió a fortalecer todo el proceso: se contrató a un técnico que capacitaría a las personas interesadas en participar en el proyecto apícola, se compró el equipo necesario y se instalaron más colmenas.
En marzo de 2014, cuando el equipo del RMP, siempre con el apoyo de MAR Fund, convocó nuevamente a la comunidad para impulsar el proyecto apícola, Juanita se apuntó para participar junto a otras familias.
Entre 2014 y 2017 las señoras que trabajaron en el proyecto apícola lograron varias cosechas de miel y comenzaron a comercializarla con amigos y conocidos. A la vez, se organizaron talleres y capacitaciones sobre gestión de empresas y producción de miel de abejas, además de apoyar en la compra de equipo y materia prima y en la construcción de la planta para procesar los productos derivados. Y se integró la Asociación Apicultores de Corozal o APICOR.
Posteriormente, para continuar este exitoso proyecto, la APICOR -por medio de RMP- participó en la décima convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones de MAR Fund y resultó ganador.
El proyecto propuesto: Alternativa apícola para la conservación y desarrollo sostenible de mi comunidad, obtuvo financiamiento y este le permitió a la APICOR mejorar las instalaciones de la planta para procesar la miel, comprar equipo para diversificar su producción y fabricar champús, jabones y cremas. También establecieron dentro del área de trabajo una bodega para almacenamiento de materia prima y adquirieron nuevas colmenas. Además, compraron siete trajes de protección para usar en el apiario y formalizaron legalmente la empresa.
Isidro Flores, presidente de la APICOR muestra uno de los panales de su apiario. Foto: APICOR
Juanita indica que durante estos años ha aprendido mucho acerca de las abejas y ese conocimiento se lo ha transmitido a sus tres hijos, aunque solo al más pequeño -de 9 años- le ha interesado más este tema y le ha expresado su deseo de dedicarse a la apicultura cuando sea mayor.
Ella explica que se siente “poderosa” cuando pone en práctica las técnicas para convivir con estos insectos polinizadores y obtener la miel con la cual se fabrican los distintos productos como miel, miel balsámica, miel con panal, jabón, champús y crema. Estos productos los comercializa junto con quienes persistieron en el proyecto y formaron la APICOR.
Juanita Flores viste su traje de protección para trabajar con las abejas. Foto: APICOR
En la actualidad, la APICOR está integrada por seis mujeres y cuatro hombres. Juanita es la vicepresidenta e Isidro Flores, pescador, es el presidente. “Él siempre nos ayuda y motiva a seguir adelante. Además, somos un grupo que se lleva bien, trabajamos en equipo y hemos aprendido a mantenernos unidos”, indica Juanita.
De acuerdo con Juanita, “si no hubiera sido por el apoyo de MAR Fund, no hubiéramos podido comprar el equipo con el que elaboramos nuestros productos y estaríamos buscando de qué vivir”.
“De MAR Fund nos dijeron: ´echen adelante la empresa´, y eso es lo que hasta el momento hemos hecho”, añade Juanita.
Nuevas metas, nuevos retos
Los integrantes de la APICOR tienen muchas expectativas para crecer personal y empresarialmente.
El actual terreno donde la APICOR tiene su planta de procesamiento de miel lo donó don Isidro. Sin embargo, el espacio les queda pequeño ya que la empresa está creciendo, así que los integrantes de la asociación están buscando financiamiento para comprar un nuevo terreno y construir otra bodega. Además, están poniendo las bases para organizar recorridos guiados a turistas nacionales y/o extranjeros que quieran visitar la granja donde están los apiarios.
Asimismo, para este 2020 tienen planificado empezar a producir bloqueador solar y acondicionador a base de miel.
Según dice Juanita, con la venta de los productos Island Honey les ha ido excelente. Siempre se mantienen abastecidos, porque de pronto surgen las ferias de artesanos de la comunidad y la APICOR es invitada a comercializarlos ahí. Desde el inicio del proyecto, los productos también son vendidos en la tienda del RMP.
Una vez al mes instalan su puesto de venta en Roatan Island Breweing Co., empresa que fabrica cerveza artesanal y que está situada a tres kilómetros de donde viven. Ahí no les cobran por el espacio que ocupen y las ayudan haciéndoles descuento por los alimentos y bebidas que consuman en el lugar.
Doris Flores, integrante de la APICOR, muestra la miel, jabón, crema y champú que fabrican en APICOR y que comercializan bajo la marca Island Honey. Foto: APICOR
A los estudiantes que visitan la planta y/o el apiario no les cobran el ingreso, solo les piden comprar alguno de los productos que elaboran.
Jóvenes de las escuelas de la comunidad visitan el apiario y la planta de la APICOR para conocer la importancia de proteger a las abejas. Foto: APICOR
Crema, champú y jabón Island Honey, cien por ciento naturales. Foto: APICOR
En cuanto a la mejor época de venta, Juanita dice que es de octubre a diciembre, cuando llueve en la aldea y hay más gente que presenta resfriados o tos. Durante esos meses, la miel tradicional y la balsámica tienen mucha demanda, es un éxito, dice con alegría.
Otra fuente de ingresos para la APICOR es el rescate de colmenas. Los vecinos que tienen en sus casas panales los llaman para que se los lleven. Juanita relata que esta no es una tarea fácil y a veces les toma hasta seis horas terminarla. Sin embargo, lo hacen con gusto y según sea el caso, pueden cobrar hasta US$150.
En la APICOR también se encargan de rescatar panales alojados en escuelas o viviendas. Foto: APICOR
La naturaleza es agradecida
Además del ingreso económico que representa la apicultura para Juanita y sus colegas de la APICOR, esta práctica ha contribuido a que haya más frutas en la aldea y en la Isla de Roatán.
Juanita dice que la floración de árboles frutales y plantas silvestres en su comunidad ha incrementado y esto ayuda para que en los meses de invierno las abejas no tengan que ser alimentadas por completo con fórmula artificial. Como consecuencia, la miel que producen tiene un sabor multifloral y un color ámbar único, aspectos que les comentan y resaltan mucho los compradores.
La miel de la APICOR es bastante cotizada por turistas locales y extranjeros. Foto: APICOR
Para finalizar, Juanita extiende una cordial invitación para que cuando visiten Corozal, también lleguen a la planta y al apiario de la APICOR y adquieran alguno de los productos que ofrecen, porque no solo endulzarán su día, sino también aportarán al sustento de las familias en la comunidad.
Para información sobre dónde adquirir los productos de la APICOR pueden contactar a Yuri Rivera, Coordinadora de Desarrollo Comunitario del Parque Marino de Roatán. Teléfono +504-9430-3196 Correo electrónico: yuri.rivera@roatanmarinepark.org
Etiquetas: APICOR, Corozal, Parque Marino de Roatán, Roatan Island Breweing Co, Roatan Marine Park - RMP