La sostenibilidad es clave para consolidar un área marino costera protegida
Hendryc Acevedo, director de la Unidad Técnica del Consejo Nacional de Áreas Protegidas en Punta de Manabique, Puerto Barrios, Izabal. Foto: Lucy Calderón/MARFund
Por Lucy Calderón
“Cómo ser sostenibles es uno de los más grandes aprendizajes que recibimos durante la ejecución del proyecto Conservación de Recursos Marinos en Centro América y que tres años después continuamos poniendo en práctica, porque con el equipo y material adquirido a través de este, seguimos ejecutando programas y consolidando el manejo del área protegida Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique”, asegura Hendryc Acevedo, director de la Unidad Técnica del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) en Punta de Manabique, Puerto Barrios, Izabal.
“El proyecto sembró en nosotros la semilla de la sostenibilidad, es decir, aprendimos a ser y mantenernos productivos haciendo uso racional de nuestros recursos para todas las actividades que efectuamos dentro del área protegida y sus elementos de conservación: arrecifes, mangles, pasto marino, bosque, cuerpos de agua. Y este fue el punto de partida para que el CONAP cumpliera con su compromiso institucional de aportar el capital humano necesario para realizar el trabajo científico y administrativo que se requiere”, señala Acevedo.
Según añade el profesional, el citado proyecto impulsado en 2012 por el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés), tenía como objetivo la creación y fortalecimiento de una red funcional de áreas protegidas marinas y costeras prioritarias en la región del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM). Las metas eran promover adaptación al cambio climático, conservación de recursos naturales y procesos ecológicos, permanencia de funciones de conectividad y servicios de los ecosistemas, y uso sostenible de recursos naturales.
Para Hendryc Acevedo, del CONAP, trabajar en equipo también es clave para el éxito del manejo de un área protegida. Foto: Lucy Calderón/MAR Fund
Conversamos con Acevedo para conocer más acerca de su trabajo en el Refugio de Vida Silvestre (RVS) Punta de Manabique.
¿Cómo se consolidó el RVS Punta de Manabique?
R/ El apoyo que nos brindó el proyecto permitió el fortalecimiento institucional, a través de la compra de equipo de oficina, tal como escritorios, sillas, computadoras y fotocopiadoras, además de vehículos terrestres y acuáticos. A esto se sumó el compromiso institucional del CONAP que aportó el personal técnico y administrativo que ejecuta los programas de manejo para el área protegida.
Aunque el proyecto finalizó en 2017, nuestra estructura administrativa se mantiene y con los recursos con los que contamos hemos seguido haciendo monitoreo de arrecifes y de refugios pesqueros; tenemos un centro de operaciones interinstitucional y una vivienda que dignifica a los guardaparques.
Anteriormente, después de pasar todo el día en el campo, los guardaparques regresaban a descansar a una carpa de la que literalmente había que colgarse para que el viento no se la llevara. Ahora, en cambio, tienen una vivienda denominada Centro de Operaciones Interinstitucionales con las condiciones básicas para subsistir como agua, energía eléctrica, camas, una cocina.
Centro de Operaciones Institucionales. Foto cortesía: Hendryc Acevedo
También tenemos un técnico marino costero que hace análisis de la calidad del agua del área protegida, le da seguimiento al monitoreo de manatíes y mantenimiento de viveros, mientras que los guardaparques -de ser requeridas- hacen reparaciones a los rótulos, a las torres de control y vigilancia y a la casa en la que viven mientras están de guardia.
¿Qué otros logros se alcanzaron?
R/ Los resultados concretos del aporte del proyecto en el RVS Punta de Manabique son el fortalecimiento del programa de control y vigilancia, el actual programa de monitoreo de los recursos naturales, el seguimiento a los espacios de diálogo con las comunidades que viven en la zona, así como la capacitación de sus habitantes para que aprendan a identificar sus principales necesidades y gestionar las soluciones.
A veces, la gente considera prioritaria una cancha de fútbol, en lugar de contar con agua potable, por ejemplo. Pero gracias a que hemos establecido diálogos y capacitaciones con los integrantes de los grupos organizados que hay dentro del área protegida, como los concejos comunitarios de desarrollo o los concejos consultivos, ellos han aprendido a ser estratégicos al hacer sus peticiones y adaptarse a la normativa ambiental que rige el área protegida.
Como institución mantenemos una estructura administrativa que nos permite operar. En la actualidad, contamos con 12 guardaparques ubicados estratégicamente dentro de la zona. Tenemos un técnico marino costero, dos técnicos de control y vigilancia, una persona que nos ayuda con las labores contables y administrativas y su servidor, que ejerce como director.
¿Cuáles son los retos del RVS Punta de Manabique?
R/ Según su ficha técnica, el Refugio constituye la primera área marino-costera protegida -declarada como tal en 2005- dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas. Entre sus principales atributos naturales están las zonas de arrecife, pastos marinos, cuerpos importantes de agua dulce y salobre, remanentes importantes de bosque latifoliado además de manglares. El área tiene una dinámica importante como zona de transición entre la parte continental y la marina. Tiene una riqueza de especies particular, en la que destacan las ligadas a los arrecifes. El Refugio ofrece oportunidades para la recreación y turismo por la singularidad de su paisaje.
Sin embargo, los retos que enfrenta son seguir disminuyendo la deforestación, conseguir que haya presencia institucional para la gobernanza y que se cumplan las leyes contra hechos ilícitos como la pesca y tala ilegal, o la invasión de terrenos privados.
Mantener la cobertura de mangle también es un desafío -esta especie se encuentra en el listado de especies amenazadas para Guatemala-, así como promover el desarrollo de las comunidades, porque mientras más oportunidades tengan de realizar actividades económicas, enlazadas con el manejo sostenible de los recursos naturales, menos necesidad tendrán de dañar los ecosistemas.
Es importante darles seguimiento a los programas de manejo del área protegida y conseguir apoyo de otras instituciones para que la gestión sea completa.
Por ejemplo, llevamos sol y lluvia para detectar y frenar los ilícitos, arriesgamos nuestra vida durante los patrullajes de control y vigilancia, y cuando ponemos la denuncia ante el Ministerio Público, no pasa nada…
Contar con un aumento de presupuesto también nos ayudaría a mejorar nuestra labor, porque podríamos contratar al personal capacitado que necesitamos para mejorar nuestra gestión.
En la actualidad requerimos de dos técnicos y tres guardaparques más. Y es importante entender que con los datos que estos profesionales obtienen en campo, los gobernantes podrían tomar mejores decisiones en pro de la conservación.
Más que un trabajo, una pasión
Impartir charlas acerca de la importancia de la conservación del área protegida a grupos de visitantes es una de las tareas de Acevedo en Punta de Manabique. Foto cortesía: Hendryc Acevedo
Hendryc Acevedo tiene una amplia trayectoria en favor de la conservación de los recursos naturales del país. Su trabajo y pasión por la conservación data de 2009 cuando a sus 18 años empezó a trabajar en el CONAP como guardaparque.
Posteriormente, ascendió a técnico de embarques, técnico de planificación -todo mientras estudiaba ingeniería ambiental en la Universidad Rural de Guatemala- y finalmente lo designaron como director de la Unidad Técnica de Punta de Manabique.
Ha tenido a su cargo a estudiantes de distintas universidades que efectúan su Ejercicio Profesional Supervisado. También ha asesorado tesis de investigación en temas relacionados con la conservación y protección de los recursos naturales; se ha involucrado en proyectos de conservación y restauración del ecosistema manglar; y ha brindado apoyo en la elaboración de instrumentos de gestión para el área protegida Punta de Manabique, tales como Planes de Manejo, Estrategias de Desarrollo y Planes Operativos Anuales.
De tal manera que cuando se le pregunta a Acevedo qué lo motiva e inspira a trabajar en favor del RVS Punta de Manabique, sin titubear contesta que la considera “su finca”. Un territorio del cual conoce la problemática, retos, potencialidades, las 20 comunidades que viven dentro del área… “Me encanta el lugar, amo mi trabajo y lo hago con pasión al igual que mis compañeros”, asegura.
“En esta unidad técnica tenemos a la gente idónea en cada puesto. Cada uno de nosotros siente pasión por las tareas y temas que se abordan; nos hemos identificado e involucrado con el área protegida y esto hace que demos el cien por cien en todas nuestras actividades”, dice el profesional.
Además, “de los resultados que alcancemos cada mes y por los que somos evaluados, depende la sostenibilidad y continuidad de la unidad técnica. Así que todos estamos comprometidos con dar nuestro mejor aporte, cuidar los recursos con los que contamos para trabajar y seguir siendo sostenibles”, asegura Acevedo.
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