Mateo, un activo biólogo subacuático y cozumeleño
Por Lucy Calderón
“Desde pequeño estuve ligado al mar, a la playa… y aunque no provengo de una familia pescadora, el hecho de vivir en Cozumel, me dio la oportunidad de ‘snorkelear’, de entrar en contacto con la naturaleza y valorarla. Pero sobre todo, no cualquiera es isleño y menos cozumeleño”, responde con orgullo el biólogo Miguel Mateo Sabido Itzá, cuando se le pregunta de dónde proviene su interés en trabajar por la conservación.
Mateo, cuenta que su papá (Q.E.P.D.) fue jardinero, y él desde niño, lo acompañaba y ayudaba a limpiar, a podar, a regar. “Creo que de esta parte de mi vida nace el interés por las plantas y la parte acuática, a lo que me dedico actualmente, es resultado de ir cada fin de semana a la playa”, añade este joven biólogo, graduado del Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCh).
Sin embargo, tomar la decisión de estudiar biología no fue fácil. A Mateo también le hubiera gustado ser veterinario o antropólogo. Pero como en el Bachillerato con especialidad en laboratorista clínico que cursó en Cozumel, llevó clases de Botánica, Bioquímica y Zoología, finalmente se decidió por la Biología.
“De mi carrera me apasiona la oportunidad que tengo de conocer muchos lugares, que si fuera alguien “normal”, o con un trabajo administrativo distinto al que tengo, no podría. Y de hacerlo, tendría que pagar. En cambio, como biólogo de campo, viajo y conozco áreas en las que se puede observar gran cantidad de fauna y flora, y no todas las personas tienen ese privilegio”, añade Mateo.
Convivir con diversidad de personas, entre investigadores y científicos, pero más que todo, con las personas de las comunidades, con pescadores y artesanos es lo que hace más feliz a Mateo. “Como biólogo, conoces algo de la naturaleza según lo que hay en los libros. Sin embargo, es de la convivencia con las personas donde realmente aprendes”, asegura.
Trayectoria y vida personal en ascenso
En la actualidad Mateo, quien cursó una maestría en Manejo de Zona Costera en el ITCh, trabaja como asistente técnico del proyecto “Conservación de Recursos Marinos en Centroamérica, Fase II”, en la Reserva Estatal Santuario del Manatí, Bahía de Chetumal. Este proyecto es ejecutado por el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas del Estado de Quintana Roo (IBANQROO), administrado por Pronatura Península de Yucatán (PPY) y financiado por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C. (FMCN) y el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés), a través de la cooperación alemana KfW.
Mateo toma muestras de agua de la Laguna Guerrero en el Santuario del Manatí. Foto: Eladio Juárez
“Trabajar en el Santuario es muy padre”, asegura Mateo. “Es un área extremadamente grande y tengo la posibilidad de hacer un poquito de todo. No me estoy limitando a la gestión y las tareas de escritorio. También realizo visitas de campo. Con mis colegas vamos a las comunidades que habitan la zona protegida, nos sentamos a platicar con las personas y hacemos recorridos de vigilancia. Nos damos el tiempo para hacer muchas cosas; y aunque quizás lo mejor sería que hubiera un responsable para cada área, al ser pocos podemos apoyar y desenvolvernos en cada una de las actividades que deben realizarse”.
Monitoreo de postlarvas de peces en el Santuario del Manatí. Foto: Lourdes Vásquez
La labor de Mateo no solo es reconocida en la organización donde trabaja, sino también en otras entidades. Por ejemplo, en 2018 recibió una distinción como científico destacado en el concurso Jóvenes del Año – Premio Estatal de la Juventud. Este premio lo recibió por los trabajos de investigación sobre la pesquería del caracol rosado (Lobatus gigas) y la invasión del pez león (Pterois volitans) que ha hecho y publicado en revistas científicas indexadas*, así como por las conferencias a nivel local e internacional que ha brindado sobre la temática, y por la experiencia que ha adquirido en la conservación de áreas protegidas y su trabajo en el Santuario.
Mateo recibe de manos del gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, su reconocimiento como científico destacado en el Premio Estatal de la Juventud 2018. Foto: Francisco Bautista
“El premio recibido me sirvió para pagar las colegiaturas de mi hija de seis años, Paula Ximena”, añade Mateo y suelta una carcajada.
La familia y el trabajo son muy importantes para Mateo. Por eso, que su esposa también sea bióloga de campo, ha sido una ventaja para su convivencia, el desarrollo de su profesión y cuidar de su hija. “Otra ventaja es que mi niña es todo terreno, y cuando es posible, nos acompaña en las visitas de campo”, cuenta.
En sus escasos ratos libres Mateo continúa haciendo investigación sobre el pez león, aunque es algo complicado para él, porque cuando se trabaja en áreas protegidas no se tiene horario. Debe estar disponible las 24 horas del día ante cualquier emergencia.
Mateo analiza un ejemplar de pez león en Xcalak. Foto: Martha Hernández
Lo bueno es que su juventud, entusiasmo y pasión por la ciencia, lo animan a seguir adelante, a fortalecer el trabajo con las comunidades y su conexión con la naturaleza.
Consciente de la importancia de la divulgación científica, Mateo ofrece una plática a la niñez mexicana, sobre el Santuario del Manatí. Foto: Víctor Hernández
El biólogo Mateo Sabido realiza el monitoreo de Acropora palmata en María Elena – Sian Ka’an Foto: Irving Chávez-OCEANUS A.C.
A los futuros biólogos Mateo les recomienda leer, viajar, conocer gente y no menospreciar a nadie. “No hay que dejarse llevar por los títulos académicos que alguien tenga o no. A veces, las personas que uno menos se imagina, son quienes saben más por su experiencia que por su grado académico. Hay que recordar que más que una buena nota, se debe ser perceptivo, humilde y aplicar los conocimientos en el campo”, asegura el joven biólogo.
Investigaciones científicas realizadas por Mateo.
Link de descarga:
Abundance of lionfish in Banco Chinchorro, Mexico (2018)
La estructura de tallas como evidencia del establecimiento del pez león. (2016)
Última cuota de Caracol-Rosado en Banco Chinchorro. (2016)
Length-weight mexican caribbean. (2016)
Dinámica poblacional del pez león en Xcalak. (2012)
Tags: Acropora palmata, Bahía de Chetumal, cooperación alemana KfW, Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C., Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano, Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas del Estado de Quintana Roo, ITCh, Laguna Guerrero en el Santuario del Manatí, Lobatus gigas, Pronatura Península de Yucatán, Pterois volitans, Reserva Estatal Santuario del Manatí, Santuario del Manatí, Xcalak