El Programa de Liderazgo SAM transforma vidas
Grupo de seleccionados en la cohorte 2019. Foto: Fernando Rodríguez
Por Lucy Calderón
“Crear agentes de cambio, una masa crítica de personas conscientes del contexto socio económico y ambiental en la región del Arrecife Mesoamericano y que estén buscando las herramientas, conocimientos, contactos y habilidades para ser defensores del ambiente es la meta principal del Programa de Liderazgo SAM, el cual transforma vidas”, señala su directora María Eugenia “Maru” Arreola.
“Los y las líderes me lo dicen: este programa me cambió la vida. Pero no solo a ellos. También se fortalecen las organizaciones en las que trabajan y las comunidades que habitan. Se experimenta un efecto dominó gracias a las capacitaciones que les ofrecemos”, añade la profesional.
Según relata Maru, el Programa de Liderazgo SAM se lanzó en 2010 con el apoyo de la Fundación Summit que, siempre ha sido su principal patrocinador, y ha sido liderado por el Fondo Mexicano de Conservación de la Naturaleza (FMCN). También ha contado con la asesoría técnica de María José González, directora ejecutiva del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, por sus siglas en inglés) y el apoyo financiero de este último desde 2018.
A través de los años y de acuerdo con el tema que se promueva en cada convocatoria, otros donantes se han unido. El enfoque temático anual lo decide el comité ejecutivo del programa. Los aspirantes participan con una idea de proyecto que se desarrolla y fortalece a lo largo del ciclo de capacitación, el cual dura un año.
Durante ese tiempo, entre 12 y 20 líderes por generación se reúnen en talleres presenciales y luego reciben capacitaciones y mentoría a distancia para fortalecer sus proyectos. El compromiso de un líder al ser aceptado es diseñar e implementar un proyecto de alto impacto.
“Por eso, nuestra misión es buscar el talento joven que existe en los cuatro países que abarca el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM). Encontrar a quienes tienen el compromiso y las ganas de impulsar iniciativas de conservación marina y costera en la región”, dice con entusiasmo Maru.
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“Liderazgo SAM ha sido mi proyecto de vida en los últimos 10 años y me siento muy afortunada de haber sido seleccionada para dirigirlo y seguir aquí”. María Eugenia Arreola. Foto: Lucy Calderón/MAR Fund
¿Qué es más importante: el líder o el proyecto?
María Eugenia explica que desde el inicio del programa sus impulsores han discutido a qué debían darle más peso: ¿al proyecto o a los aspirantes? A lo largo de los años, se dieron cuenta de que una propuesta no funcionará sin su líder y a la vez, se puede tener un líder increíble que no tenga la capacidad de impulsar proyectos exitosos. Entonces, a través de las entrevistas que hacen a los participantes seleccionan a quienes tengan las ideas y el compromiso para concretarlas.
Aunque al principio Maru viajaba a los lugares de origen de los candidatos para entrevistarlos, debido a la inversión económica que esto representa, ya no lo hace. En la actualidad, ella y su equipo aprovechan la tecnología disponible y efectúan las entrevistas por Zoom, WhatsApp o Skype.
En cuanto a quiénes han sido aceptados y/o pueden enviar su solicitud para participar en el programa de liderazgo, Maru explica que son jóvenes de diversos orígenes, profesiones y sectores como el gubernamental y académico. También hay líderes colaboradores de organizaciones no gubernamentales y privadas; consultores con profesiones tales como arquitectura, ingeniería ambiental, comunicación, turismo, abogacía, biología, o bien, líderes comunitarios, pescadores e hijos de pescadores, pero con un interés compartido: la conservación del SAM. Esta diversidad de participantes permite el intercambio de opiniones, perspectivas y experiencias en torno a los temas abordados.
El costo de participación en el programa es de US$3,500. Cada año hay espacio para 20 aspirantes, aunque solo se otorgan 12 becas. Sin embargo, si la organización para la cual trabaja el candidato decide apoyarlo, puede cubrir esa inversión. La convocatoria se abre entre abril y mayo y el programa se ejecuta de agosto a agosto.
¿Qué aprenden los líderes SAM?
Generación de líderes SAM 2018. Foto: Lorenzo Rosenzweig
El Programa de Liderazgo SAM ofrece a los participantes la oportunidad de vivir experiencias del mundo real, practicar y desarrollar habilidades de liderazgo personal, profesional y ambiental.
En las capacitaciones presenciales y a distancia los seleccionados reciben entrenamiento acerca de cómo se diseña un proyecto, cómo movilizar recursos y recaudar fondos, la mejor manera de contar historias, hablar en público, hacer incidencia en política pública, negociar y resolver conflictos, entre otros temas.
De acuerdo con Maru, mientras se empodera a ese grupo de líderes de opinión y defensores ambientales con posiciones sólidas y grandes ideas, se está vinculando a los cuatro países del SAM, porque los proyectos que han propuesto buscan solucionar una problemática común en la región. “Los participantes se conocen y reconocen que tienen retos similares por lo que generan ideas para llevar a cabo mejores prácticas y soluciones. Crean sinergias entre distintas generaciones y la suya propia”.
Maru comenta que quienes egresan del Programa de Liderazgo SAM lo hacen con habilidades que les permitirán impulsar proyectos de conservación toda su vida, incluso aunque no sean enfocados en temas marino-costeros. También tendrán habilidades de liderazgo; sabrán perfectamente qué estilo de liderazgo poseen, cuáles son sus debilidades y fortalezas, sus áreas de oportunidad, cómo responden a situaciones difíciles, cómo generan grupos y equipos, cómo motivan y son motivados, porque un líder debe conocerse bien para incidir e interactuar con los demás, asegura.
A la fecha, el programa ha capacitado a 103 líderes. En nueve años se han implementado más de 65 proyectos. Veinticinco participantes han incidido en políticas públicas. Veinticinco han recibido algún tipo de apoyo de MAR Fund o han sido contratados como consultores. Hay más de 35 trabajando en áreas marino-protegidas. Setenta han crecido profesionalmente adquiriendo puestos de mayor responsabilidad o nivel, y gracias a que están implementando proyectos de conservación también están generando indicadores de impacto.
¿Cómo se combina el conocimiento científico con el tradicional?
El conocimiento comunitario o ancestral que tienen los pescadores muchas veces es más amplio que lo que se aprende en una maestría. “Imagínate la riqueza de una generación de líderes donde se conjugan diferentes perspectivas y puntos de vista para analizar una problemática. Se produce una discusión riquísima”, asegura Maru.
“Para medir el impacto del programa, se les hace una encuesta de entrada y se da seguimiento tanto al desarrollo profesional de los líderes como a los proyectos que implementan, más allá del ciclo de su capacitación. En las capacitaciones se trata de encontrar el punto medio para que quienes no tienen estudios académicos puedan adquirir el conocimiento y no se sientan rezagados. Y según nuestra experiencia, todos se adaptan y apoyan”, dice Maru.
Oportunidades y retos
Arrecifes de coral en Isla Mujeres, México. Foto: Valeria Mas/Asociación Mexicana de Imagen Subacuática, A. C.
Maru comenta que mantiene constante comunicación con los líderes del programa y les pide que le cuenten cómo van sus carreras profesionales e iniciativas, porque ella también tiene que darle cuenta de su inversión a los donantes. En muchos casos, a través de sus reportes ha sido posible conseguir más financiamiento para los proyectos específicos de los líderes.
Y conseguir fondos para la operación del programa es precisamente el mayor reto del programa. Primero, porque el tema ambiental no está en la agenda de los países y segundo, porque el tema marino tampoco es una prioridad, asegura Maru.
“No hemos sido efectivos en comunicar la importancia de cuidar los recursos marinos y costeros y los servicios y beneficios que nos proveen. Quizás las cosas cambien en la medida que entendamos que los arrecifes nos dan alimento, las playas blancas y ese mar color turquesa, del cual depende nuestra economía, y por el cual miles de turistas pagan millones de pesos y dólares”, dice Maru.
En abril se abrirá la convocatoria para la generación 2020. María Eugenia además está buscando recursos para organizar un congreso en el que pueda reunir a la mayoría de los líderes que el programa ha apoyado en estos 10 años de existencia. La idea es que ellos puedan presentar sus proyectos e impactos al público en general y se lleven a cabo actividades que promuevan nuevas sinergias y fortalezcan la red de Liderazgo SAM. Por lo que, si usted quiere colaborar para lograr esta meta, puede contactar a Maru a través de su correo electrónico: maria.arreola@fmcn.org
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