Mi comunidad, mi responsabilidad
En la comunidad de Pensacola, situada en la isla de Roatán, Honduras, se construyó la primera fase de la red distribución de agua domiciliar. Foto: Nikita Johnson
Por Lucy Calderón
Las personas pueden tener buenas ideas, pero solo quienes las llevan a la práctica sabrán si son exitosas. Por eso, Nikita Johnson decidió que, en lugar de seguir lamentándose ante la falta del uso adecuado del agua potable en la comunidad de Pensacola, Roatán, Honduras de donde es originaria, era momento de actuar.
El siguiente paso fue sentarse a escribir la propuesta sobre la solución que había concebido y, con la meta de obtener el financiamiento que necesitaba para echarla a andar, la remitió a la décimo segunda convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (MAR Fund, en inglés). Para su alegría y satisfacción profesional y personal -porque es la primera vez que redacta ella sola una propuesta de este tipo- resultó seleccionada.
“Mi comunidad, mi responsabilidad” es el nombre del proyecto que describe con puntualidad el sentimiento de su gestora, “porque si vives en un lugar tienes que contribuir a que este sea próspero”, comenta Nikita, quien actualmente es coordinadora del Programa de Desarrollo Comunitario de Bay Islands Conservation Association (BICA-Roatán), organización ambiental para la cual labora y que respaldó su iniciativa para participar en la convocatoria de MAR Fund.
Ya no más desperdicio de agua
Vista de la comunidad de Pensacola. Foto cortesía: Manlio Martínez
Nikita cuenta que, con frecuencia, al salir de su casa hacia el trabajo u otras actividades, se percataba de cómo algunos de los habitantes de Pensacola desperdiciaban el agua, al grado de que encendían los grifos solo porque sí y la dejaban correr, sin ningún remordimiento.
A la anterior situación se suman las fugas por tuberías dañadas, las conexiones clandestinas y la falta de limpieza de las fosas sépticas que aún se usan en la comunidad, porque esta carece de sistemas de drenaje y plantas de tratamiento de aguas residuales. Otro factor que motivó a Nikita a actuar, fue darse cuenta de que en la cantidad y calidad de agua que reciben los habitantes de Pensacola incide su incumplimiento en el pago por la prestación del servicio, al único proveedor público de la zona.
Por eso, Nikita conversó con los integrantes del Patronato de Pensacola -organización comunitaria que vela por solucionar los problemas de la localidad- y les solicitó ayuda para llevar a cabo el proyecto para el que recibió fondos de MAR Fund.
Sin dudarlo, las personas del Patronato apoyaron a Nikita y empezaron a socializar entre sus vecinos en qué consistiría el proyecto y cómo a través de este se fomentaría la conciencia ambiental y la adopción de buenas prácticas en torno al uso del agua. Fue así como esta iniciativa se ejecutó de marzo de 2020 a agosto de 2021.
Reunión con los integrantes del Patronato de Pensacola para conversar sobre cómo resolver la problemática del agua en la comunidad. Foto: Nikita Johnson
¿Qué es mejor, el servicio de distribución público o el privado?
Nikita relata que, debido a los problemas anteriormente mencionados, las viviendas conectadas al distribuidor público del agua, no recibían el líquido ni en cantidad ni con la frecuencia deseada. Por eso, algunos optaron por pagar el servicio privado de distribución, lo cual causó aumento en sus gastos -equiparable con la inversión en energía eléctrica (unos 100 dólares americanos al mes), pero luego de la intervención que ella lideró en la temática, algunos ya están pensando en contratar nuevamente el servicio público.
“La tarea no fue fácil, pero hemos avanzado”, comenta Nikita, quien además contó con el apoyo de BICA-Roatán y de Polos’ Water Association. Esta última es la Junta de Agua de West End, la cual tiene experiencia en la gestión del agua y que también, con financiamiento de MAR Fund, implementó el proyecto Cuidando mi arrecife y mi sistema de agua.
Entre los aportes de Polo’s en Pensacola destacan la recomendación y guía para que inicien a conformar su propia Junta de Agua y el trabajo de la ingeniera civil Sussy Ochoa, quien diseñó la nueva red de distribución y supervisó la construcción de su primera fase, desde el tanque de almacenamiento de agua, hasta la conexión con 16 casas de la comunidad. Según comenta Nikita, en este tramo no detectaron conexiones clandestinas y como ahora las tuberías son nuevas, tampoco habrá fugas.
La ingeniera civil Sussy Ochoa conversa con el encargado del mantenimiento del pozo de agua potable en Pensacola. Foto: Nikita Johhnson
La construcción de la red de distribución de agua potable es de beneficio para la comunidad de Pensacola. Foto: Nikita Johnson
Dieciséis viviendas de Pensacola están conectadas a la primera fase de la red de distribución de agua domiciliar. Foto: Nikita Johnson
Con apoyo del Ente Regulador de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento (ERSAPS), el Patronato y los vecinos de Pensacola aprendieron a hacer análisis tarifarios y acordaron una cuota diferenciada (domiciliaria, comercial, gubernamental o institucional). El representante del proveedor público de agua también comprendió la importancia de enviar notificaciones de pago a las personas y extender recibos, y estableció un horario de atención en la sede del Patronato para recibir las cuotas.
¿Cómo acercarse a la comunidad?
Para alcanzar el objetivo de sensibilizar a la población en el correcto uso del agua y con base en su experiencia, una de las estrategias de Nikita fue impartir charlas sobre temáticas ambientales a 77 niños y adolescentes de la Escuela Lunsford Johnson. Estas sesiones virtuales se impartieron de octubre de 2020 a julio de 2021, porque debido al confinamiento por la pandemia hubo que hacer varios ajustes al cronograma de trabajo.
Para facilitar y motivar su participación, a los estudiantes les brindaron recargas telefónicas para que pudieran conectarse a Internet y quienes no contaban con un dispositivo móvil, tuvieron la oportunidad de reunirse -tomando las debidas medidas de seguridad contra la COVID-19- en casa de Nikita, de la maestra de grado o de algún compañerito.
Captura de pantalla de una de las presentaciones virtuales impartidas a estudiantes de la comunidad de Pensacola, sobre el uso racional del agua. Foto: Nikita Johnson
En cuanto a los adultos, ellos acudieron a las reuniones promovidas por el Patronato y aprendieron cómo funciona una Junta de Agua, cómo se realizan los monitoreos del sistema de distribución, cómo administrar los recursos económicos para ser sostenibles, entre otros temas.
Previo, durante y después de las citadas reuniones, tanto con adultos como con niños y adolescentes, Nikita realizó encuestas para conocer su nivel de conocimiento en la temática, sobre la calidad del servicio de agua que reciben y también para medir el impacto de las charlas e información recibida.
Nikita (segunda de izquierda a derecha) realiza una encuesta sobre el tema del agua a una habitante de Pensacola.
Los fondos que otorgó MAR Fund sirvieron para: el diseño de la red de distribución de agua y la construcción del tramo principal de esta red; la limpieza de 49 fosas sépticas de uso familiar que equivale a 254,800 galones de agua servida; el pago de ERSAPS para la elaboración del análisis tarifario; la compra del material de protección personal contra la COVID-19 que se usaron durante las reuniones del Patronato; y la elaboración de productos de comunicación para transmitir el mensaje del cuidado del agua.
Video que trata sobre la importancia de cuidar el agua
Póster
Todos los desechos de las fosas sépticas se llevan a una planta de tratamiento en Coxen hole. Foto: Nikita Johnson
Con contrapartida de BICA-Roatán se instaló un sistema de captación de lluvia, una alternativa para el ahorro de agua en la escuela de Lunsford Johnson. Foto: Nikita Johnson
Nikita comenta que aún es necesario continuar educando ambientalmente a la comunidad para que los cambios sean de larga duración. Sin embargo, tal como ha relatado, se han logrado avances y tiene la seguridad de que seguirá habiendo muchos más. De hecho, ya tiene contemplada una segunda y tercera fase del proyecto que consistirán en la construcción de los tramos faltantes de la red de agua de Pensacola. Para ello, Nikita está haciendo gestiones con otras instituciones y está a la espera de que le confirmen el resultado de otra convocatoria en la que participó por financiamiento.
Mientras Nikita obtiene los recursos financieros que se requieren para completar el proyecto, está feliz de compartir que, gracias a su iniciativa de efectuarlo, obtuvo el primer lugar de la categoría de ciudadano ambiental de los Premios Gema que impulsa una fábrica de cementos en países centroamericanos.
En el minuto 26:40 de este enlace nombran a los ganadores, entre ellos, Nikita: https://hi-in.facebook.com/premioambientalgemas/videos/ceremonia-de-premiaci%C3%B3n-2021/587907565854006/