Realizan, por primera vez, caracterización de sitios de agregaciones de desove en el Norte de Quintana Roo
Por Lucy Calderón
Las agregaciones de desove son concentraciones masivas de peces que se forman con el objetivo de procrear y son cruciales para la supervivencia de la especie que las constituye. A la fecha, estudios científicos para conocer estos sitios y establecer recomendaciones para su protección solo habían sido efectuados en el sur del Estado de Quintana Roo, en México.
Sin embargo, luego de que el Fondo para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Fondo SAM) incluyera a la Isla de Cozumel en la lista de sus áreas prioritarias de acción, Stuart Fulton, coordinador del Programa de Reservas Marinas, de la asociación civil mexicana Comunidad y Biodiversidad (COBI), vio la oportunidad de someter una propuesta de investigación sobre la temática, en la novena convocatoria del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo SAM y consiguió el financiamiento para llevarla a cabo.
“Conservación de Agregaciones Reproductivas de Peces en la Isla Cozumel” es el nombre del proyecto que lideró Fulton, maestro en oceanografía, y del cual en la siguiente entrevista comparte más detalles.
¿Cuál es la importancia de estudiar las agregaciones de desove?
R/ Es importante conocer los puntos específicos del arrecife a los cuales llegan a desovar peces de interés comercial, con el objetivo de ofrecer las recomendaciones necesarias para la protección y conservación de esas zonas.
Para un pescador también resulta beneficioso tener identificados dichos sitios, porque le permite capturar muchos peces. Pero si no se controla la cantidad de peces que atrapa durante las fechas en que ocurren esas agregaciones, el impacto en el ecosistema es muy grande, porque estaría capturando a todos los organismos reproductores de la especie de la que depende para su supervivencia.
¿Cuál es la experiencia de COBI en la investigación de agregaciones de desove?
R/ Desde 2012, con el apoyo del conocimiento tradicional de los pescadores, hemos trabajado en la búsqueda de sitios de desove en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y Banco Chinchorro en Quintana Roo. Gracias a este trabajo y junto con otras instituciones hemos contribuido a establecer 17 zonas de refugio pesquero; 16 de ellas fueron solicitadas específicamente por los pescadores.
Pero en el norte, donde está Cozumel, aunque investigadores mexicanos habían realizado entrevistas para ubicar algunos sitios, jamás se había ido al mar a verificarlos.
Por eso, al conocer la inclusión de Cozumel en los sitios prioritarios para el Fondo SAM, decidimos someter una propuesta a su Programa de Pequeñas Donaciones y obtener financiamiento para encontrar los sitios, caracterizarlos y difundir los resultados. Cuando lo obtuvimos, iniciamos las tareas de investigación junto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Cooperativa Pesquera Cozumel.
¿Cómo se detectan los sitios de desove?
R/ Hablamos con los pescadores para que, con base en su experiencia, en su experiencia, nos cuenten sobre los sitios en los que han efectuado buenas capturas de peces o en los cuales creen que pudieran existir las agregaciones.
Luego, trabajando con los pescadores, creamos mapas batimétricos con ecosonda, es decir, efectuamos mapas de cómo es el fondo marino y el hábitat de esas áreas de desove. La batimetría ayuda a guiar los buceos, para no hacerlos al azar, porque sería un esfuerzo ineficiente. A su vez, esta herramienta nos ayuda a determinar la profundidad, ubicación y distribución de los peces.
Además de la presencia de los peces, otro factor que indica la posibilidad de estar frente a un sitio de agregación, es la forma del arrecife. Por lo general, dichas zonas siempre tienen las mismas condiciones físicas, como una curva en donde las corrientes chocan y una caída en profundidad.
Los peces también comienzan a cambiar de color. Por ejemplo, los meros Nassau, pasan de ser cafés, a tener un color entre blanco y negro, así que cuando se ven peces con estas tonalidades, se puede sospechar la proximidad de la época de agregación.
No obstante, presenciar el momento de desove es algo muy difícil. Se sabe que los meros y los pargos desovan unos días después de la luna llena. Los meros, en diciembre, enero, febrero y algunos días de marzo. Mientras, los pargos, lo hacen durante mayo, junio y julio. Así que se tienen días muy específicos para encontrarlos. Pero en diciembre resulta complicado, porque es el mes con peor clima y a veces ni se puede salir a bucear.
¿Existe alguna explicación científica de por qué los peces desovan después de la luna llena?
R/ Explicación científica publicada no existe, pero que desoven después de la luna llena puede estar relacionado con las corrientes y las mareas, cuando hay mayor movimiento de agua y las corrientes son más fuertes y pueden dispersar mejor las larvas.
¿Cuántos sitios de desove identificaron en el norte de Cozumel?
R/ Ubicamos cinco sitios, de los cuales solo dos tienen altas probabilidades de ser de agregaciones.
¿Para costear qué actividades les sirvió el financiamiento que les otorgó el Fondo?
R/. Con los fondos, cubrimos los costos de las salidas al mar, los buceos con los pescadores, la gasolina, la embarcación y un pago al pescador que compensa su día de pesca perdida, porque cuando participa el pescador en las actividades de investigación no tiene oportunidad de recibir ingresos por la pesca.
También cubrimos hospedaje y alimentación de los investigadores, salarios, y un taller con un consultor mexicano que tiene un proyecto parecido al nuestro pero en el Pacífico.
Aunque no estaba contemplado en el proyecto, comenzamos una base de datos genéticos y capacitamos a los pescadores para que sepan qué tejidos tomar de los peces que capturen.
¿Cuántos sitios de desove identificaron en el norte de Cozumel?
R/ Ubicamos cinco sitios, de los cuales solo dos tienen altas probabilidades de ser de agregaciones.
¿Cómo es un día de expedición científica para identificar sitios de desove?
R/ A veces puede llevarnos hasta ocho días el trabajo de campo. Pero en Cozumel fue diferente, porque es una ciudad turística y todo es más caro.
Por ejemplo, como investigadores estamos acostumbrados a alojarnos en campamentos pesqueros y pernoctar en cabañas. En cambio, en Cozumel, debimos hospedarnos en hoteles y comer en los restaurantes del lugar. El dinero no rinde para tanto como cuando nos quedamos en los campamentos pesqueros y dormimos en hamaca.
Las distancias en Cozumel son más largas de lo acostumbrado también. Es una isla grande y los dos sitios interesantes para investigar están ubicados uno en el norte y otro en el sur de la isla, con el pueblo en el centro. Hacer el mapeo respectivo nos llevó muchas horas de trabajo. Usamos dos embarcaciones con un investigador de COBI y tres pescadores en cada una, quienes llevaban dos tanques de buceo para efectuar las inmersiones.
¿Qué sigue ahora que identificaron esos dos puntos de agregaciones de desove?
R/ La información obtenida la incorporamos en un análisis de priorización para la conservación, incluyéndola en los datos que tenemos de los 39 sitios que hemos mapeado en el sur.
También dedicaremos más esfuerzos a la protección de los sitios detectados en el norte y que no están dentro de áreas marinas protegidas, como ocurre con el sitio descubierto en el sur de Cozumel.
Idealmente, durante las fechas de desove la pesca debe ser nula en los sitios de desove, solo así lograrán crecer y volver a reproducirse nuevas generaciones de peces.
¿Cuáles son las principales amenazas a los sitios de agregaciones de desove?
R/ Un problema fuerte es el cambio climático, porque aunque no estemos seguros de porqué los peces desovan con la luna llena, es probable que esté relacionado a la temperatura y corrientes. Con las fluctuaciones de temperatura o cambios en las corrientes, que provoca el cambio climático, es posible que ya no se reúnan en el mismo sitio y deberíamos estar adaptando las herramientas de manejo pesquero como las vedas o refugios pesqueros.
A pesar de lo anterior, Fulton señala que se debe seguir trabajando con los pescadores, porque hay muchos de ellos que están haciendo un gran esfuerzo para pescar de manera sustentable, proteger las agregaciones y crear más áreas marinas protegidas. “Se puede aprender mucho de ellos y hay que reconocerlos; tomar en cuenta sus conocimientos tradicionales, validarlos y considerarlos a la hora de hacer políticas públicas relacionadas con la pesca”, añade el investigador.
(Leer artículo científico: Los resultados de la conservación marina son más probables cuando los pescadores participan como científicos ciudadanos: estudios de caso del Arrecife Mesoamericano en México.
https://theoryandpractice.citizenscienceassociation.org/articles/10.5334/cstp.118/).
En el aspecto académico, Fulton indica que el reto es entender mejor las agregaciones, conocer más sobre la conectividad marina e incluir en planes de conservación todos los datos que se obtengan de investigaciones científicas al respecto.